lunes, 29 de septiembre de 2008

Grito de Dolores


Después de haberse cumplido 10 días del artero ataque terrorista, ocurrido la noche del Grito en el zócalo de Morelia Michoacán contra gente inocente, al hacer explosión dos granadas en medio de una multitud apiñada –y una más que hizo explosión a la salida de la carretera que conduce a Salamanca-, y que dio como resultado la muerte de 8 personas con más de 100 heridos, las autoridades policiacas de ese estado izquierdista, dieron a conocer el viernes 26 de agosto la detención de 3 Zetas del Cártel del Golfo, ocultos en una casa de seguridad del municipio de Apatzingán… Los narcos, según las autoridades, confesaron ser los culpables de los hechos que enlutaron y ensombrecieron –más de lo que ya estaba con la caída en picada de la economía y la inseguridad nacional- las fiestas patrias de este año; y que el móvil de sus crímenes fue para intimidar y presionar al gobierno federal, y así desista de sus acciones persecutorias.
Sin deberla ni temerla, 8 personas, cuyo único delito fue la intención de desgañitarse con los vivas esperanzadores a una nación anubarrada (por los “Poderes Fácticos” como el narco, la élite empresarial y eclesial, el cínico duopolio televisivo, y los heraldos negros del Gran Capital internacional) y en vías de desaparecer su fuerza estatal, han venido a engrosar las páginas macabras del libro de terror de esta guerra cuyos caracteres cada vez se pintan más con el tinte de lo post-aberrante:
a) Las siembras de descabezados en Chichí Suárez y Buctzotz han corrido el aparente velo de la tranquilidad acostumbrada de los yucatecos. El Diario de Yucatán, en su edición del 25 de septiembre, informaba que nuevas investigaciones de la estúpida policía yucateca -además de corrupto y posiblemente relacionado con el narco, ¿no es idiota Saidén Ojeda después de que elementos de la SSP detuvieron a 15 polleros de la empresa “Bachoco” en Hoctún y Tahmek, por el absurdo hecho de que tenían el acento jalisciense?- determina ahora que “los doce ejecutados pertenecían al mismo grupo que había ordenado la matanza”, y que por esto fueron levantados de forma pacífica, explicándose así el por qué no hubo, días previos del hallazgo de la docena acéfala del 29 de agosto, denuncias de sus desapariciones. La hipótesis de que la docena de los doce eran narcomenudistas de poco calado, explica tal vez su condición “sacrificable” en la mente de los capos que les surtían. La policía yucateca apunta que la causa se debió a que los “sacrificados” coqueteban con un cártel rival, pero conjeturo que sus muertes, aparte de esto, fue un recordatorio no sólo al Saidén, sino a la mesma “Señora del Justám”, para hacerle saber quién en verdad es el concesionario de la “plaza” yucateca, de quién cuenta con el derecho de piso en las lajas yucatecas.
b) Los 24 muertos en el La Marquesa del Estado de México, en el camino rumbo a Chalma, todos jornaleros venidos de Hidalgo, Oaxaca, Veracruz, sin nexos aparentes con el narco, “sacrificados” -¿se pierde la condición humana cuando se utiliza la jerga del matarife del rastro municipal de mi pueblo en homicidios del crimen organizado?- por sicarios de La Familia, grupo delincuencial que posterior de los atentados de Morelia, pintó su raya de “yo no fui” con narcomantas colgadas en diversos puntos de la capital michoacana.
c) La matanza de Guamúchil, Chihuahua: 15 personas, casi todos parientes, entre ellos un bebé, que convivían en una fiesta, cayeron muertos al momento de que sicarios entraran a echar bala por delante.
d) Y ahora esto, el acto de barbarie asesina perpetrado en Morelia, en el que tal vez se rebase con ello todas las escalas de la estupidez. Estupidez, única, de los capos en su conjunto –sin distinción de carteles-, pues estos hechos vienen a ser una fuerza cohesionadora del autoritarismo estatal y la opinión pública en general, que en momentos coyunturales como este –en brutales momentos coyunturales como este- fácil es de que acepte cualquier reducción a sus garantías individuales y al maleable Estado de derecho mexicano, con el fin de que las Fuerzas armadas cuenten con el suficiente terreno como para brincarse trancas jurídicas en pos de la cabeza de los “enemigos de la nación”. Con los granadazos de Morelia, desde luego, se ha causado una psicosis colectiva de miedo en la nación (y más si se toma en cuenta el ignominioso partido mediático que las pinches televisoras, ad nausean, hicieron de ello desde el momento de saberse lo ocurrido), que a su vez redundaría en un mayor Estado policiaco de la derecha en el poder. Esperemos que me equivoque...

lunes, 15 de septiembre de 2008

Alta traición

No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal)
daría la vida
por diez lugares suyos,
cierta gente,
puertos, bosques de pinos,
fortalezas,
una ciudad deshecha,
gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
-y tres o cuatro ríos.


José Emilio Pacheco

(Es decir, uno no puede amar todo el paquete...Por otra parte, la inseguridad, el narco, la corrupción, la impunidad de la élite, la falta de un proyecto de nación, la derecha que atosiga, el 2.4 % de la economía estancada, mi inveterado separatismo, el "espectáculo de la pobreza" del sur, y otros etcéteras que se me escapan: ¿podrían darme motivos de gritar caballunamente vivas a un México prostituido por su imbécil clase política? No lo creo...porque no hay motivos para festejar a un país en vías de desaparecer...)

domingo, 7 de septiembre de 2008

Juan Rulfo - Pagina oficial - Rulfo fotografo



Ahí les dejo esta paginita, para que se vayan ilustrando un poco con el padre de Pedro Páramo..que además del mejor escritor mexicano, era un excelente fotógrafo.


Seguimiento de la nota


La trasnacional mexicana


En la anterior entrega a mi hipotético y fantasmagórico lector, en una parte del texto hablé del narcotráfico mexicano como “la trasnacional mexicana”. Y hoy justo, una nota del Diario aparece publicada con el título de “trasnacional del narco”, en el que se cuenta las aventuras burreras del venezolano Carmelo Vázquez Guerra, detenido por la policía de Guinea Bissau debido a que presuntamente el tipo fue parte de la tripulación de un DC-9 que que trasegaba 5 ½ de coca, asegurada en abril de 2006 en el aeropuerto del Carmen, Campeche. Esto implica una sola cosa: la droga centroamericana, colombiana, peruana, se catapulta a Europa vía Península de Yucatán, pasando por el África.

Se rebasa el milenio

El Universal, el gran diario de México, informa en este atroz domingo de septiembre, que la cifra de muertes acaecidas por la guerra del narco ha superado la cifra de mil en el estado de Chihuahua: “Tres personas fueron ejecutadas a balazos en las últimas horas en territorio chihuahuense”. Un muerto en Janos, al noreste del estado, puso la cifra en 999; y un doble asesinato en Meoqui, “representó las ejecuciones número 1000 y 1001 uno en lo que va del año en la entidad”. Con estas cifras de muerte, es un hecho que la guerra del narco ha rebasado, vez enésima, su récord.


Don Vittorio Emmanuele Zerbbera y D´esacatto, con cascos en su cabezota italiano-yucateca por si las moscas se lo quisieran descabezar, da doctas cátedras de Mafiología desde la Plaza Grande de Mérida la horrible.


En su muy socarrona “Primera Columna” del 30 de agosto pretérito, el imprescindible Diario de Yucatán refiere unas andanzas teóricas del ficticio Signore –doctor en Mafiología por la Universidad de Palermo, Italia- Vittorio Emmanuele Zerbbera y D’esacatto, del aburrido César Pompeyo y de un reportero que tomó nota de las disquisiciones del mafiólogo de marras con respecto a los doce descabezados del día 28 del mesmo mes. Sentados en la habitual banca de la Plaza Grande, quemándose la chola por el calor de 39 grados sombra, más escafandras de buzos “como medidas de precaución”, el esclarecido doctor echó siete hipótesis del por qué de los descabezamientos ocurridos en las lajas yucatecas. Apunto las que doy por relevantes:
a) “Su objetivo es nacional. Es la primera respuesta oficial de los barones de la droga a las 74 medidas de combate y prevención dispuestas en la ciudad de México por el presidente y los gobernadores”.
“Han escogido a Yucatán como medio de aviso porque es un estado con antigua fama — ¿antigua nada más, César?— de estado tranquilo. A ustedes los utilizan para llamar la atención. En Ciudad Juárez, Culiacán o Tijuana, les cito tres nombres al azar, la siembra de cadáveres mutilados ya no es noticia. Ya se acostumbraron. Noticia por esos lares es que pase un día sin encajuelados, ejecuciones, secuestros y tiroteos”.
b) “Las decapitaciones son un aviso de que los jerarcas de la droga han declarado a Yucatán en estado de guerra. Aviso espectacular, porque el récord anterior de México era de seis cabezas arrojadas a un bar del centro del país en 2006. Guerra intestina que ha llegado a un nivel de emergencia que exige una advertencia de ese calibre. Nos basamos aquí en la certidumbre, o por lo menos conjetura bien fundada, de que en Mérida está el centro motriz, el comando neurálgico del tránsito y la distribución de cocaína y de otros estupefacientes con destino nacional e internacional”.
“Para robustecer esta teoría, don Vittorio abre un sobre manila y saca unos recortes de informaciones del ‘Diario’: ‘La capital yucateca es la principal ruta de envío de cocaína a Estados Unidos y está reconocida mundialmente como una de las rutas principales para el envío de droga a Europa’ (30 de noviembre de 2007). Informante: la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito”.
c) “Tanto ha crecido el consumo de drogas en Yucatán, que se ha convertido en apetecible, tentador mercado. Los carteles recurren ya a la violencia, cada día en mayor grado, en sus enfrentamientos por el control de los sistemas de suministro a los yucatecos”.
d) “Algo ha sucedido en Yucatán que ha exigido una represalia escandalosa. Alguna autoridad con un pendiente insoluto o deudas vencidas con el narco. Alguna disposición, como los retenes de vigilancia, que pueden afectar en calles y carreteras el libre tránsito de la droga. O sucesos como la clausura de los dos prostíbulos de lujo regenteados en Mérida por una madame y frecuentados por políticos locales de alto coturno y capos del narcotráfico establecidos en esta ciudad”.
e) “La conexión cubana con sede en Miami funciona con éxito creciente en las cabezas de playa que ha conquistado en Mérida. Se asegura que en residencias del norte o en restaurantes, antros y otros giros negros, propiedad suya, gestionan y ultiman los ilícitos que se les cuelgan y los delitos que se les atribuyen: tráfico ilegal de refugiados, trata de blancas, lavado de dinero, venta de droga, liquidación de disidentes e infractores. Negocios que pueden ser una agresión a los intereses de los carteles.”
Don Vittorio terminaba su docta charla con un pesimismo inconfesado: “En fin, César, que ya tenemos cuerda para rato. Ustedes ya no son lo que ustedes fueron. Poco o ningún valor le queda a la frase famosa de ‘Cuando se acabe el mundo nos venimos a Mérida’. Ya no son lo que fueron, Mérida ha perdido su virginidad, y a mí ¿qué diablos me importan putos hímenes de descomposiciones sociales?

sábado, 6 de septiembre de 2008

De narcos, derrocamientos y argüendes

“El Estado ya no existe. Lo que ahora existe son grupos: pequeños estados, es decir, organizaciones criminales: todas las agrupaciones que actúan en función de los intereses particulares y de grupo. El interés general se ha perdido de vista”. [La memoria de Sciascia.]

Unos datos para empezar: del 100% de los delitos que se cometen en el país y que las víctimas tienen la candidez de denunciar para ver si se les hace la tan ansiada justicia, el 99% quedan impunes, y sólo un pinchurriento 1% se solucionan (y supongo, porque he de suponer, que de ese pinchurriento 1%, la víctima del delito es, sin temor a errar, gente de la high life, con pedigrí camaján[1] recorriendo sus genes darwinistas, con cartera abultada de tanto latrocinio y explotación al obrero y al campesino aburguesado, y que se da el descarado lujo de mentársela como encanijado patrón al buey de los Pinos cuando rueda la cabeza de uno de los suyos, diciéndole que si no puede con la chamba de detener la violencia de los broncos, que agarre sus chécheres y mejor lárguese a pendejear a otra parte, pues para eso lo pusieron, para cumplirle los caprichitos a los oligarcas del 1% punibles).
En lo que va de este año sin gracia que nos ha dado el Enano de Arriba (y no me refiero al bueno de Dios, ser omnisciente y omnipotente –según los casposos teólogos- que no podría desbarrar de una forma tan hercúlea como lo ha hecho el Soldadito de Chocolate con nariz de orate que regentea el prostíbulo “Los Pinos”) se han “morido”, es decir muertos más de tres mil existencias vinculadas con el narco (“levantados” para nunca volver a ver el renuevo de los días; descabezados en caliente con hachas de matarife; troceados con machete; lechados con cal viva; hechos “pozolada” con ácido muriático; tumbados por las moridoras ráfagas de los “Cuernos de Chivo”; comidos por el desierto y las tierras anónimas de las fosas narcas, bazuqueados si de presumir el “arsenal” ruso o gringo se refiere), los sardos, o a esos “efectos colaterales” conocidos generalmente como población civil, indefensa para no variar. De esta cifra de tres mil, sumémosles las 2 mil 673 ejecuciones ocurridas en 2007, y hagamos cuentas y obtengamos las sangrientas estadísticas de muerte que la Puta Guerra del Enano del Palacio deja a nuestra mejor disposición para, según como lo tomemos, una de dos: o nos llevemos las manos a la cabezota nuestra implorando que “no hay que ser, no hay que ser, señor”; o saquemos el pasaporte o robemos un banco para pagar al coyote y nos larguemos a perseguir féminas esquimales a Alaska (pues Alaska, creo yo, es un lugar apacible para vivir en paz con los osos polares, comiendo truchas o salmones morados, y brincando de vez en cuando el estrecho de Bering para conocer la Siberia de Stalin y del señor Re-Putin).
Porque, nadie se engañe, la lucha contra el Narco es una guerra en toda la extensión de esa oprobiosa palabra (nada de heroicidad implica, por más que Hegel, etcétera, y el barón Klausewitz la idealizaran): una guerra donde, como en la tómbola, unos (yo, tu, Juan de las Pitas) ponen todo para perderlo todo, inclusive la muerte; otros (los verdaderos “barones de la droga”, es decir, los financieros nacionales e internacionales, los cocainómanos vip de las urbes gringas y mexicas, los políticos corruptos hasta el esfínter de sus máusers) ponen nada para ganarlo todo.
Mientras el clima de terror hace estragos en la conciencia de los yucatecos desde el siniestro día de Chichí Suárez, el Enano del Palacio rubrica el trasero de la Soberanía Nacional con la etiqueta de vendible, única y exclusivamente, para el garañón yanqui desde que se firmara el Plan Mérida, convenio lenón que daría pauta a anexiones futuras (¿por qué tienen que emputecer el nombre de la capital del país yucateco con un plan tan a lo Maximiliano-Miramón?). Ergo, la polución del narco es chivo expiatorio para la venta de devaluadas Soberanías...
En su columna “Estados de los Estados” (Por Esto!) del 4 de septiembre, Lilia Arellano se preguntaba: “¿será muy difícil encontrar un político que haga peor trabajo que Felipe Calderón en el terreno económico?”. ¡Ya ni la jibia Fox! Pues el ex presidente de las botas de charol y el asqueroso beso desde el Vaticano, aunque con un mediocre avance de 2.3% en materia económica, dejó al país con un crecimiento anual del 4.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras el Enano de los Pinos en su primer año lo bajó a 3.2%, y este año, según informes del Banxico, el PIB estará casi en la lona cuando registre un romo 2.4%. En ese flanco económico, las viejas teorías de satanización a la Escuela de Chicago leídas en días de baja autoestima –y el gordo de Carstens es producto 100 por ciento puro de esa salvajada de escuela de Rockefeller- no andan del todo descamisadas: ya ni el progreso es para el 1% de los Punibles, y de ahí las quejas y la molestia de los dueños del dinero, y de ahí que el secuestro y la muerte de un hijo de la burguesía (Alejandro Martí) sea, como lo dijera el maestro yucateco José Luis Sierra Villareal, que recordaba un artículo de Jorge Zepeda, únicamente la “voz de los poderosos”, preguntándose el maestro Sierra que si los de Arriba “¿todavía no se enteran del descontento de los jodidos?”: “Como bien dice Jorge Zepeda, la voz de Fernando Martí expresa el reclamo de la élite social, por eso todavía deja la iniciativa a los corruptos: renuncien si no pueden. La voz de los de abajo, hace meses dictó su sentencia: vamos por ellos, hay que removerlos por incapaces, si nosotros los elegimos a nosotros nos toca quitarlos… ¿es que no escuchan venir la ola, el tsunami social?” Y la voz de los de Abajo es: ¡muerte a los corruptos y a los explotadores!
Muñoz Ledo: ¿Portavoz de los oligarcas que piden la cabeza del Incompetente Ilegítimo, u oportunista más acreditado en “reforma del Estado”, que no le exime de llevar únicamente agua para su molino?
El narco azolando al país, cuestionando la existencia de un desdibujado Estado (de ahí el epígrafe de Sciascia), y las izquierdas y seudo izquierdas comiéndose de forma “etnofágica”, son como la escenografía perfecta para que las organizaciones (¿criminales?, no tanto, pero sí “agrupaciones que actúan en función de sus intereses particulares y de grupo…”) de los pinches ricos presuman su poder de convocatoria en una mega marcha en la metrópoli, para exigir, con voz perentoria de prepotente dueño de la casa, que ¡si no pueden mejor lárguense!, dirigido tanto al Enano del Palacio como a sus cuatachos que chambean en el Prostíbulo “Los Pinos”, entre otros funcionarios incompetentes o en contubernio con los de la mafia. Días después, según el echeverrista Muñoz Ledo, coordinador del FAP (Frente Amplio Progresista), las fracciones del PRI, del PRD y de la “chiquillada” de partidos (Convergencia, PT y Alternativa Socialdemócrata), están en proceso para una discusión en el que se concretaría una reforma constitucional de revocación del mandato presidencial “como una forma de democracia directa”. Esta advertencia de Muñoz Ledo hizo encabritar al perro de Acosta Naranjo –chueco dirigente del PRD nacional, además de testaferro del Enano del Palacio-, quien se lió verbalmente el jueves (4 de septiembre) con el viejo echeverrista, llamándole, entre otros cariños, “fanfarrón” y estorbo para la unidad de la izquierda en México”, en respuesta a la imputación que momentos antes le hiciera Muñoz Ledo, acerca de que el perro de Acosta Naranjo no tenía –y no tiene-“capacidad legal para hablar a nombre del PRD, ni mucho menos pedir su remoción del frente”.
La escalada verbal entre el Perro Acosta Naranjo y Muñoz Ledo, según nota de El Universal, transcurrió de esta manera:
PML (es decir, Porfirio Muñoz Ledo): “No tiene capacidad legal para hablar a nombre del PRD, ni mucho menos para pedir mi remoción del FAP.
PAN (es decir, Perro Acosta Naranjo): Porfirio Muñoz Ledo es un “Fanfarrón, estorbo para la unidad de la izquierda en México” (me pregunto, ¿cuándo se ha visto que la izquierda mexicana ande unida?).
PML: “No tengo respuesta frente a la estupidez y la traición. ¡Se acabó, esa es mi respuesta! Son lacayos menores de (Felipe) Calderón”.
PAN: “Yo no he cobrado en la nómina de Calderón; yo no me fui del movimiento democrático para apoyar a (Vicente) Fox... quien ha traicionado 10 veces sus convicciones se llama Porfirio Muñoz Ledo. Lo hizo con la izquierda en el 75 en Nayarit; lo hizo en el interior del PRI; lo hizo al abandonar al PRD para irse a apoyar a Fox, y luego traicionó al mismo Fox para venir a apoyar a Andrés Manuel cuando creyó que podía ganar.” (El creador de este blog considera que es de sabios rectificar de sus “cagadas” pretéritas, y que un “inteligente útil” –en este caso Muñoz Ledo, viejo lobo de la política y del presupuesto público- es más efectivo que un pendejo inútil como el Perro Acosta Naranjo, si de chingar al Enano del Palacio se trata, no obstante que los intensos afanes del septuagenario político huelan, tal vez, a intereses de los de Arriba, que por vez primera han hecho trabajar su masa encefálica, para comprender que al que pusieron en la Sillota resultó ser un reverendo señor pendejo que ha hecho huir, a las primeras, y segundas de cambio -¡huay!-, las inversiones extranjeras).
Si un pendejo “absolutamente incompetente” se cae de una pinche bicicletita, ergo, con más razón de la Sillota del “Prostíbulo Los Pinos”…
En la misma nota de El Universal, escrita al alimón por Jorge Ochoa y Horacio Jiménez, se leía que “El choque verbal se intensificó en medio de la polémica desatada por la presunta pretensión de un grupo de políticos e intelectuales de propiciar la caída de Calderón a través de una iniciativa para revocar su mandato”. Ante esto, Muñoz Ledo, recordando la caída que sufriera en bicicleta el Enano del Palacio, ironizó:
PML: “...no hay ningún sistema democrático en el mundo que no tenga la revocación de mandato. Todo mandato es ‘controlable’, insistió…dijo que la permanencia de Calderón en el cargo debe someterse a la figura de revocación pues, aseguró, es absolutamente incompetente. ‘Ya hasta se cayó de la bicicleta’”.
Salvando los intereses de su devaluado jefe, el Perro Acosta Naranjo ladró la siguiente taradez:
PAN: “…ni el CEN del PRD ni el Consejo han discutido ‘absolutamente’ nada de este asunto, ya que el sol azteca, aseveró, no es golpista” (golpista no tanto, claro que no, toma calles y tribunas un poquillo; pero estas metafisiquillas no se pueden comparar con las teologías de los yunqueros de la Iglesia a la que el PAN –me refiero al partido y al Perro- pertenece sin confesarlo, que han robado elecciones y han impuesto a un “absolutamente incompetente”, al que ahora le hacen fuchis hasta las prominencias de la élite).
“La piden expresamente los del movimiento Iluminemos México”
“Primero se tiene que acabar con el gobierno de Calderón, luego tiene que surgir un gobierno interino, si es después de diciembre va a durar cuatro años, si hubiera sido antes duraría 18 meses y este gobierno puede dividirse en jefatura de Estado y de gobierno, eso es lo que estoy proponiendo. Yo te pido que reacciones conforme a mis ideas, porque hay un movimiento social indiscutible…” (Entrevista de Georgina Morett a Porfirio Muñoz Ledo, publicado por Milenio el jueves 21 de agosto).
Posteriormente, en entrevista concedida el mismo día (4 de septiembre de 2008) y aparecida en el portal de internet de Milenio, Muñoz Ledo indicó que definitivamente no, que él no propuso esa barbaridad llamada “derrocamiento” –el creador de este blog lee ahora con placidez montana la forma en que el Usurpador Huerta derroca y manda asesinar a Madero y Pino Suárez al final de la Decena Trágica, y conjetura que, en los tiempos modernos, demasiado iscariotes, el único usurpador es el actual regenteador del prostíbulo “Los Pinos”, y que, por tanto, en teoría no existiría propiamente un derrocamiento si se llegase a tumbar al Enano del Palacio-, que simplemente propuso la “sustitución constitucional de Felipe Calderón, por ilegítimo e incompetente”. Más paladino no podía ser: “Que quede claro: no estoy proponiendo un derrocamiento que implicaría una subversión en México en dos sentidos: popular o militar”. No un derrocamiento, sino un simple cambio, un sucedáneo para parar tanta incompetencia, un cambalache del chafa por el ¿Legítimo, por Beltroni, o el propio Muñoz Ledo que presume su caudalosa sapiencia a diestra y siniestra?, ¿quién de la vacada se apunta?
Muñoz Ledo tachó al Enano de marras, además de “ilegítimo” e “incompetente”, de sumamente ignorante, y de pésimo literato que practica la “ficción de ignorancia”. La clarividencia no anda en burro, no se pega ni se merca, por más que uno comparta fila de butaca diputadil casi dos putos meses con el tótem que confiere la inmortal sapiencia: “Felipe –dijo PML- estuvo sentado no más de dos meses conmigo en la reforma del 96; él conoce muy bien los temas. Nadie ha hablado de insurrección, nadie ha hablado de motín ni de sublevación. Estamos hablando, que me perdone Felipe, de los mecanismos constitucionales para suspender el mandato, como la renuncia, y se vale —renunció Pascual Ortiz Rubio, muy digno—. Mucha gente la está pidiendo; la piden expresamente los del movimiento Iluminemos México…”
En otras palabras: la única voz, la voz única que puede derrocar incompetentes presidentes, es la voz que conforman los ricachones del movimiento Iluminemos México… ¡no más! La de los de Abajo, la voz de los que a diario se les muere un chingo de Alejandros, Pedros, Juanes, Marías: esa, inaudible; esa, fantasmagórica, no cuenta porque no congrega multitudes de forma sistemática iluminadas por los flases de Televisa y TV Azteca (aunque cuenta con casi 80 millones de jodidos) para embotar zócalos y reformas; ni mucho menos entra en la agenda del, según Acosta Naranjo, “daltónico (Muñoz Ledo) que no distingue los colores y que cambia de color y de partido a conveniencia…”; de ese político que de él se pregunta el no menos chacal de Acosta Naranjo –no sé si cínicamente o no-, que en “¿cuántas veces él ha sido encarcelado, golpeado, perseguido?” En verdad, ¿cuántas?
“Lipe”, buscando la “Fe” que se le niega Arriba, ha caído de su bicicleta por inepto, justo cuando las placas tectónicas bajo la Sillota sisman sus espurias posaderas…
De gira por Tampico, Obrador habló de “borregazos”, de argüendes y de una “Fe” oligarca extraviada desde el berrinche de los Potentados emputados desde el caso Alejandro Martí. Helidoro Cárdenas, corresponsal de Milenio en la patria del Sirenito, capturó para la memoria colectiva de la Grilla Nacional estas sardónicas declaraciones de AMLO desde el aeropuerto tampiqueño:
“Calderón se cae solo, se acaba de caer de una bicicleta, no sabe pedalear; pero eso es un asunto de ellos, que no nos metan a nosotros en argüendes”. (¡No empujen, no empujen, que soy zurdo, coño!)
“A las afueras del aeropuerto –señaló el corresponsal- insistió en que Calderón es un inepto y que quienes lo impusieron están realmente arrepentidos porque no sólo no cuenta con la autoridad moral y política, sino que se ha revelado como un inepto”. (¿Por qué todos pendejean al Bush prieto en versión michoacana desde el puto momento que intentara legitimarse de su atraco de 2006 mal guerreando, desde el día siguiente que entrara por la puerta de atrás de San Lázaro, a los poderosos carteles del narco mexicano? Ya sólo falta que le digan oligofrénico, mentecato, lector empedernido de Cuauhtémoc Sánchez, o más foxista que la jibia Fox).
“…ellos son, los de arriba, los que ya le empezaron a quitar el apoyo, ya no le dicen Felipe, le dicen lipe porque ya le perdieron la fe”. (¡atió!, ¿en verdad el santito pelón cumplió alguna vez los milagros prometidos?, ¿ha cumplido los 2 millones empleos ofrecidos en campaña?, ¿cumplirá la expropiación al revés de Pemex para los fuertes intereses de las gachupinerías y yanquerías? ¿hemos visto avances en nuestros bolsillos, no en los abstractos dígitos de la inefable macroeconomía que sólo las grasas y los lípidos de Carstens comprende? ¿Cuándo el santito cumplió los milagros, por más que las mandas se tradujeran en carretadas de dinero para posicionarlo e inflarlo cuando el peligro para México (con territorio en Polanco) era imparable, o parecía imparable, la inmensa muchedumbre de los Sin Nada?). Datos ofrecidos por el mismo Carstens, indican que la economía resiente la espiral o los círculos concéntricos de inenarrable violencia, y, en números, se traducen en un 1% del PIB, más o menos en 100 mil millones de pesos. El secretario de Economía del hoy repudiado por los camajanes como ayer por la “leperuza”, ha advertido que las inversiones de los camajanes (externos e internos), ante el cuestionamiento del monopolio de la violencia del Estado por parte de los grupos criminales, disminuye y seguirá disminuyendo si no se cumplen los 75 compromisos del Acuerdo Nacional de Seguridad (¿cuáles acuerdos? Con los firmantes que intervinieron, esos acuerdos son letra muerta, mortinatos; ¿las cumplirán los funcionarios y jefes policiacos de los múltiples estados donde, vox populi y vox periodística –que es la misma cosa-, ha sido infiltrado por el crimen organizado? Esos funcionarios y políticos, herederos del mafioso y cocainómano Negro Durazo, un pillo de grandes dimensiones, que fuera jefe de la policía capitalina en el periodo lopezportillista).

Colofón: “La Sociedad Narca”
Finalicemos con el romance a las cifras: en los últimos dos meses (julio-agosto), el promedio de muertitos que nos ha traído la guerra que el Enano del Palacio ha realizado en sólo una arista o cara del crimen organizado (me refiero a los charales del narco, pues la otra arista, en el que se encuentran los peces gordos del narco, es impensable que se toque, ya que en esta los nombres de señores gobernadores, generales de cuatro estrellas, funcionarios federales, caciques gordos de las finanzas, y presidentillos municipales, saldrían perjudicados), ha sido de 16.6 cada 24 horas, es decir, un muertito cada 85 minutos. Las lajas yucatecas (de natural pacífica y trovadoresca), con la docena de descabezados de Chichí Suárez y Buctzotz, ha probado un poco de la “cotidiana normalidad” que se vive en estados con altos índices de espiral de violencia, como Chihuahua – que ya cuenta en sus haberes con más de mil 200 defunciones-; o la patria de todos los narcos y de los Tigres del Norte, Sinaloa, con más de 570 citas con San Pedro; o Baja California y Durango con más de 170 cada uno…Es una guerra, pero una guerra que se efectúa por un solo franco: el más fácil, el de matar por matar y que me maten a los pendejos de la Sociedad Civil, a los soldados y a los policías municipales sin armamento idóneo para “morir matando” -¿quién sino un suicida desearía ser policía municipal en lucha contra el narco en el municipio sinaloense de Badiraguato, cuna de los Beltrán Leyva?- ; a los periodistas que investigan más de lo permitido por la “libertad de prensa”, los nexos y el repentino enriquecimiento del pequeño y alto funcionario; una guerra, una guerra contra una “Sociedad Narca” dueña de una considerable franja del engranaje persecutorio y político del venial Estado mexicano; una Sociedad Narca heroizada, y erotizada, con todos los recursos literarios (octavillas, décimas, gruesas imágenes de pólvora, rechinar de llantas de la Hummer o la “Suburban dorada”) en letras de los narco corridos donde se canta “la pura verdad” de la realidad y la ficción, de la leyenda y los hechos épicos de los barones de la droga (el Mayo Zambada como ser ubicuo que recorre la geografía narca, que deja propinas de a 500 dólares, ser benefactor de su región de origen, y al que le gusta los tacos de cochinita en sus reuniones de negocios) que sirven como condición primitiva de futuras memorabilias y novelas negras donde el detective no sería el héroe sino el contra héroe de este contrapunto literario (“La Reina del Sur” como novelística gachupín en el que la metamorfosis de un corrido soporífero deviene en el culmen del kitsch de lo vendible para los ávidos de “fuertes experiencias” paraorgásmicas), en el que a mucha violencia se yuxtapone bastante perico, sexo con mujeres cuasi divinas y explosión del Estado de derecho y otras candideces de teóricos ingenuos. Porque el narco es una empresa, una de las grandes trasnacionales mexicanas que no cuenta con competidores de su talle, cuyo poder de compra y muerte se parangona con las mafias rusas, las sicilianas, las de los organizadores de la guerra del opio en la China primitiva. Una gran empresa donde las fuentes de empleo e ingresos reditúan los gastos de la vida sin empleo, sin tierras agrícolas para los campesinos, sin visos de revitalización del campo mexicano:
“En la sociedad narca la riqueza como que brota —describe Sandra Ávila a Julio Scherer García en su nuevo libro, “La Reina del Pacífico”— un día eres pobre y al siguiente millonario. Pero cómo se hace el dinero, sólo lo saben los que lo hacen. Tú no los escuchas a propósito ni averiguas cuán serias podrían ser las relaciones entre ellos. Pero sí adviertes que de pronto lucen brillantes y piedras preciosas, mujeres de alto vuelo, que compran residencias que habitan y abandonan casi al mismo día, que se hacen dueños de edificios u hospitales, como en Guadalajara, o un hotel, como en Mazatlán, lleno de flores. Yo no sé cómo se arreglan con las autoridades, pero se arreglan".
Y ese dinero da para todo: para gangrenar voluntades, para desencolerizar potestades. Y brillantes y piedras preciosas y mujeres de alto vuelo y exuberante trasero calman al General de sus asuntos bélicos; tranquilizan la mala conciencia del gobernador (Villanueva Madrid como poder del Estado para dinamitar al Estado); tajan el lápiz del periodista, y este se vuelve su “vocero” para calumniar al comandante o al general que cumple a cabalidad con su cometido, de violador de los “derechos humanos” (cuando no es así, un rutinario levantón es certero para silenciar murmullos y delaciones latosas); selecciona burreros y nuevos elementos para la empresa.
¿Cómo está formada la Sociedad Narca? José Gil Olmos
[2], con los elementos de la lectura del libro de Scherer García, escribe: “La “sociedad narca” está formada por las familias de los capos de la droga, pero también por sus amigos, por los políticos con los que se asocian, por los gobernantes que los protege o que, incluso, se dedican al mismo negocio; por los militares que los solapan detrás de las montañas de dinero que son capaces de amasar en poco tiempo; por los banqueros que cierran los ojos para no ver la entrada de millones de dólares a sus sistemas financieros; por los ediles que compran desde que son candidatos; por algunos periodistas que se emplean como voceros; por algunos empresarios a los que sólo les importan sus negocios, y por los policías y jueces que juegan a la justicia cuando en realidad sirven para legalizar la impunidad”.
Mientras no paremos esta impunidad, mientras las tremendas desigualdades sociales que prevalecen en nuestro país subsistan, la violencia seguirá; porque a la violencia económica del 1% punible, se agrega la violencia de los que no tuvieron la oportunidad de "educarse" (facilidad para el estudio), de comer, de soñar un futuro menos borroso que el de su padre y el padre de su padre…Las desigualdades sociales son caldo de cultivo para todas las violencias. Pero la peor violencia es la que se acuna en las altas esferas del poder mexicano…
[1] Camaján: según el Diccionario de la Real Academia, en su vigésimo segunda edición, es una palabra utilizada en Colombia y en Cuba principalmente, llevada a los primeros planos nacionales de la puta grilla mexicana por el Pejelagarto, y sirve para nombrar a una “Persona holgazana (puede ser un “influyente”, o pariente o conocido de “influyente”, que generalmente es un político o capitalista que no tiene madre, o si la tuvo algún, se le extravió o la vendió) que se las ingenia para vivir a costa de los demás”.
[2] Gil Olmos, José, “Imparable poder nos alcanza, la sociedad narca”; APRO, 31 de agosto de 2008.

sábado, 30 de agosto de 2008

¡Cumple los compromisos!


La perentoria orden fue para Luis Felipe Saidén Ojeda, secretario de Seguridad Pública de Yucatán, y fue registrada en un cartelón puesto a un lado del solitario cadáver decapitado hallado en montes de Buctzotz, que junto con los otros once encontrados en las inmediaciones de la hacienda Chichí Suárez, completa la negra lista de los doce decapitados presuntamente por los Zetas, el violento brazo armado del Cartel del Golfo, dueños de la plaza de la Península.
Recordemos que a Saidén Ojeda, de igual forma secretario de Seguridad Pública en el segundo mandato del Balo Cervera Pacheco, se le vinculó con grupos allegados al narcotráfico, para posteriormente ser exonerado de una denuncia en ese sentido.
El periodista Daniel Barquet, refiriéndose al historial de trabajo de Saidén Ojeda en Yucatán, indicaba en un artículo publicado en La Revista Peninsular (“El narco en Yucatán) lo siguiente: “Si alguien conoce todo el movimiento del bajo mundo en Yucatán es Luis Felipe Saidén Ojeda. ‘El Halcón, como se identificaba por radio como secretario de Protección y Vialidad en el gobierno de Yucatán encabezado por Víctor Cervera Pacheco, mantuvo a raya a las mafilias (es decir, familias de la mafia yucateca, como fuera el caso de Manuel Basto, mejor conocido como el “Falopio”, que de ser “un sujeto gris cualquiera”, llegó a poseer toda una compleja red de narcomenudeo en Mérida con 25 sitios de venta de droga), en todo caso logrando que no se desbordase la violencia”.
Cuando fue jefe de la policía de Benito Juárez en el periodo del “Chacho” Juan Ignacio García Zalvidea, Saidén Ojeda, según Daniel Barquet, “fue el primer comandante de la policía en Cancún en dedicarse a acciones en contra del narcomenudeo, estableciendo el récord de detenciones de 90 personas en tres meses por encontrarlos en flagrancia mientras se dedicaban a la venta de droga al menudeo, recuperando 66 vehículos robados, durante el mismo lapso”. Tuvo el policía yucateco, al llegar a la plaza de Cancún, que enfrentarse internamente al “Grupo Tabasco”, un conjunto de policías de ese estado que “acostumbrados a controlar todo el movimiento del bajo mundo desde las oficinas de gobierno”. La casa estaba maloliente, y el yucateco no tuvo de otra que desinfectarla con la limpia.
Con la llegada de Ortega y Pacheco en agosto de 2007 a la gubernatura de Yucatán, la nueva administración –en momentos en que a nivel federal se desencadenaba una temeraria guerra desproporcionada contra las bandas del narcotráfico- necesitaba los servicios de un hombre duro y decidido, con el currículo abultado por expedientes en que se demostrara sus acciones contra la delincuencia en Yucatán, y que además conociera al dedillo las cloacas meridanas y se pusiera en contacto con los distintos gobiernos municipales con focos rojos como Valladolid, Tizimín, Progreso, Ticul, entre otros. Ortega y Pacheco no tuvo otro gallo que el gallo que le cuidaba el gallinero a su tío: Saidén Ojeda, el idóneo policía yucateco que podría emparejar a Yucatán al estado policiaco que el gobierno federal implantaba en casi toda la geografía nacional, por más que su reputación se encontraba cuestionada por denuncias debido a su posible participación en el crimen organizado.
En el decapitado de Buctzotz el mensaje era para este viejo policía, indicándole, recordándole supuestos “compromisos” pactados con el cártel del Golfo: parar la vigilancia, el cerco policiaco, dejar de asolarlos, desarticular los retenes en las carreteras de entrada y salida a Yucatán, es decir, hacerse de la vista gorda para que puedan trabajar en paz. Cuestionado por el recadito, la gobernadora Ivonne Ortega y Pacheco, en entrevista televisiva para Primero Noticias conducida por Carlos Loret de Mola, lo tomó como “intentos por desprestigiar a nuestro director de Seguridad pública, a quien dio su aval”; y el procurador de Justicia local, José Alonso Guzmán Pacheco, dijo no entender el motivo de esa frase porque, según el procurador, “el único compromiso de los funcionarios del Gabinete de Seguridad Pública, es cumplir con garantizar la seguridad para todos los yucatecos”. Puede ser pero por ahora no lo han hecho, garantizar la seguridad, por ahora se ve que los Zetas – ex soldados del Ejército mexicano que pertenecían al grupo militar de élite conocido como GAFES, con entrenamiento contrainsurgente y delincuencial en Fort Benning, EUA, que entre 1999 y 2000 pasaron de servir al estado a prestar sus punitivos servicios al empresario privado de las drogas, Osiel Cárdenas Guillén, actualmente tras las rejas de una celda estadounidense-, al oír el S.O.S afligido de los diversos narcomenudistas yucatecos que laboran para el Cartel del Golfo, como verdadero contrapoder cuestionador del monopolio de la violencia del estado mexicano, hicieron acto de presencia en suelo yucateco semanas antes de que apareciera en diarios de la península y nacionales su macabro montaje del terror homicida, para disuadir o enflaquecer la mano dura del gobierno federal y local contra el crimen organizado. Ortega y Pacheco –quien en estos momentos es cuando más debe de demostrar su parentesco con el Balo, sacando la casta y la frialdad para afrontar los desafíos que explícitamente le planta un grupo altamente violento- señaló a Loret de Mola que semanas antes del jueves 28 de agosto –fecha en que aparecieron los decapitados- estuvieron recibiendo amenazas de los grupos delincuenciales para desmantelar retenes y para que se bajara el nivel de vigilancia: “Reforzamos la vigilancia –decía Ortega y Pacheco- con una serie de retenes en diferentes entradas del estado y de la ciudad y desde hace como tres meses estuvimos recibiendo amenazas en la Secretaría de Seguridad Pública, llamadas anónimas al 089 y 066 en el que pedían que quitáramos los retenes y bajáramos la vigilancia para que permitiéramos hacerles el trabajo". Las amenazas se agudizaron los doce días previos en que aparecieran los cuerpos, amenazas en que la gobernadora estuvo al tanto de ello, pero que no se imaginaba lo “tan espanto” que iba a ser al cumplirse lo prometido.
De los cadáveres encontrados –la mayoría desnudos y casi todos con tatuajes de dragón o relativos a la Santa Muerte-, las necropsias que se les practicaron arrojaron el dictamen de que entre tres y cinco de los occisos fueron degollados en caliente, es decir, aún estando vivos. En esta cálida noche de viernes en que escribo estas líneas desde un café cercano a la bahía de Chetumal, hasta el momento, según informes de distintos portales de internet, las cabezas de los cuerpos no han sido localizadas (Ortega y Pacheco ha indicado que los elementos policiacos se encuentran listos para la posible aparición espectacular de las cabezas, con el fin de espantar y causar pánico entre la población yucateca, y para que ésta presione al gobierno para buscar “vías acostumbradas de conciliación”), de entre las cuales, dos podrían pertenecer a progreseños, cinco a meridanos, y el resto a quintanarroenses y campechanos. Antonio Ávila, corresponsal del diario español El País en México, señaló que el macabro hallazgo “se produjo después de que una llamada anónima ‘invitara’ a los reporteros de una televisión local (Televisión Azteca) a que ‘acudieran a montes de Chichí Suárez, donde hallarían unos cuerpos”. Por el momento el éxito propagandístico del cártel del Golfo ha parado en seco el discurso de triunfalismo de Ortega y Pacheco, y Yucatán ha entrado al vértigo de la violencia inesperada. Ortega y Pacheco, por el contrario, entrará, ahora sí, a la administración exclusiva de la casa, olvidándose por un largo tiempo de su marketing ingenuo.

jueves, 28 de agosto de 2008


En la edición del 25 de agosto de 2008 de “Estosdías”, revista editada en Chetumal, aparecen entre sus páginas dos acerbos artículos “oficiosos” –uno de ellos una entrevista con el rector de la Uqroo, José Luis Pech Várguez- escritos contra el doctor Xavier Gamboa Villafranca.“Oficiosos”, porque conjeturo que el pago del chayote al reportero Héctor Sosa, autor de los dos bulos, habrá salido seguramente de rectoría de la Uqroo.
El primer artículo se titula “La Uqroo y la piratería sindical (primera parte). Gamboa Villafranca: la verdad de sus mentiras”, donde el crédulo y desprevenido lector puede irse con la finta de que el doctor Gamboa Villafranca es un gran sicofante que se contradice en su posición de defensa sin tapujos del sindicalismo académico.
Se contradice, alega el reportero, debido a que en el tiempo en el que el ex rector Francisco Rosado May (2002-2004) estuvo al frente de la Uqroo, el doctor Gamboa –según el reportero nuevamente-, gran cuatacho del ex rector Rosado May, contradijo al Consejo Universitario (CU) y a la Comisión de Honor y Justicia (CHJ) de la Uqroo, al sostener de forma marmólea que Rosado May tenía las facultades para remover a cuanta gente quisiera (tanto académicos como administrativos) cuando el ex rector, coaligado en “el último día de labores de diciembre de 2004” con Lízbeth Clemente Handall, entonces profesora de la materia de Estados Unidos Contemporáneo, llevó a cabo la intentona fallida (y recalco que fue fallida, y recontra recalco que los integrantes del CU y de la CHJ salieron avantes en ese momento) de despedir al profesor Juan Carlos Arriaga Rodríguez, para así “perjudicar” al Departamento de Estudios Políticos e Internacionales, del cual Arriaga presidía.
No sé bien a bien cuál fue el motivo por el cual Rosado May intentó defenestrar a Juan Carlos Arriaga. Pero no dudo que no se puede comparar la situación de Arriaga con la situación por la que actualmente transita el doctor Gamboa Villafranca (es decir, sindicalizar, defender la labor académica, que dio como resultado su despedido irremisible por la “falta de confianza”, o falta de pendejismo del doctor Gamboa Villafranca hacia el rector y sus achinchicles). Y si es cierto que en el caso Arriaga, el doctor Gamboa Villafranca, vía correos electrónicos arguyó que, “como rector, Rosado May tenía la facultad de despedir a Juan Carlos Arriaga porque, según la Ley Orgánica de la Uqroo, todos los profesores de la universidad son trabajadores de confianza”[1], Rosado May no logró correr a Juan Carlos Arriaga, debido a que su cordura se sobrepuso a sus pasiones del momento, oyendo las peticiones del CU y leyendo detenidamente el informe que la CHJ realizó del caso, en el que “le demandó –a Rosado May- que reinstalara al profesor en la plantilla docente de la División de Estudios Internacionales y Humanidades”, debido a que la CHJ “encontró elementos suficientes para elaborar un veredicto contra el despido”[2].
Y la inevitable pregunta no puede ser omitida: ¿Qué ha hecho, en el caso Gamboa Villafranca-Sutuqroo-Pech Várguez, el muy defensor de los académicos CU y la muy valerosa CHJ al respecto cuando, a ojos vistas y paladinamente se ha efectuado un descarado acto de autoritarismo del rector José Luis Pech Várguez, al despedir a un académico e investigador de la Uqroo del rango del doctor Xavier Gamboa Villafranca? ¿Cómo se la han tomado los flamantes miembros del CU? ¿Existirá aún, con su silencio y radical apatía, tan siquiera un ínfimo rastro de “HONORABILIDAD” y “JUSTICIA” en la ya desprestigiada Comisión de Honorabilidad y Justicia de la Uqroo, que ha hecho de tripas corazón, pues porque el doctor Xavier Gamboa Villafranca, aunque académico como el quien más, y caso contrario del profesor Juan Carlos Arriaga Rodríguez, no es santo de su devoción de los integrantes del CU?
En estos momentos, cuando un académico ha sido despedido por el delito de crear un sindicato que detenga las arbitrariedades del rector en turno en contra de los académicos y administrativos, es cuando más se debe oír, además de la solidaridad respectiva, la inteligente propuesta del CU para modificar el Reglamento General de la Uqroo, que en el conflicto suscitado por el fallido intento de despido de Juan Carlos Arriaga, abogaron –contra Gamboa Villafranca-, en junio de 2005, desde el hotel “Los Cocos”, la derogación de la Fracción XVII del artículo 56 de dicho Reglamento, que establece la facultad del rector de remover al personal académico y administrativo a su consideración. ¿Hemos oído alguna queja por parte del CU? Ninguna, y con esto se sienta el primer precedente consumado del autoritarismo en la Uqroo, además de la indefensión tanto del cuerpo académico como del administrativo, ante un CU condescendiente, copado, comprado o maniatado por José Luis Pech Várguez.
Porque, como bien indica el reportero Héctor Sosa, “el Consejo Universitario –conformado por 20 personas entre profesores, alumnos, personal administrativo y autoridades de la Uqroo- era quien decidía las sanciones a los profesores que violaban los estatutos establecidos en la Ley Orgánica de la Universidad”; porque con dicho Consejo Universitario “los profesores se sentían protegidos”, pues desde la creación de la Uqroo fue institucionalizado “con el fin de evitar abusos de autoridad por parte de Rectoría, entre otras cosas”[3] .
Me pregunto: ¿qué apartado, artículo, fracción, párrafo, parágrafo, inciso, coma, punto y coma, puntos suspensivos, o la sintaxis si somos rigurosos, ha violado el doctor Xavier Gamboa Villafranca para levantar la ira de un pequeño tiranito? ¿Ha explicado el rector Pech Várguez en qué consiste la pérdida de confianza hacia el doctor Gamboa Villafranca? Ninguna explicación, pero sí puros “maquiavelismos”, pero sí represiones y sí abyecciones de un CU que se hace el desatendido ante un conflicto suscitado, en estricto sentido, por una parte por un profesor que va en pos de la igualdad de condiciones entre el Patrón-Rector y el obrero-académico-admistrativo, al gestionar un sindicato independiente ante todo, y por la otra por un rector obsedido por imponer su autoritarismo, que confunde muy maquiavélicamente con autoridad, al decir que no hay que confundir la “prudencia y la tolerancia con la falta de decisión en el ejercicio de la autoridad”[4]. Pech Várguez no ha ejercido la autoridad, salvo su primo, el muy torcido autoritarismo.



[1] Estosdías, “Gamboa Villafranca: la verdad de sus mentiras”, página 26.
[2] Ídem, p. 25
[3] Estosdías, “Pech: lo del sindicato se resuelve en otra parte, en la universidad hay que trabajar por ella”, p. 29.
[4] Ibídem.

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