martes, 27 de diciembre de 2011

El Canek de Ermilo Abreu Gómez


En este siguiente ensayo, que trata sobre un personaje histórico, mítico entre la cultura popular indígena y mestiza de Yucatán; y a la vez, literario en cuento al trabajo narrativo del escritor Ermilo Abreu Gómez (1894-1971) , Jacinto Uc de los Santos -“un hombre de carne y hueso, pero que se decía ser Dios y fue entronizado como rey indígena” -, trataré, mediante cierta lectura “indiciaria” del relato del escritor yucateco, de presentar la atmósfera no sólo literaria –los vasos comunicantes de la novela “indigenista” mexicana del siglo XX-, sino extraliteraria en cuanto a las “estructuras mentales”, la tradición indígena mesoamericana soterrada del mundo “subalterno” de la península de Yucatán, que, salvando las diferencias del discurso “indigenista, “idealista” y “literario” de Ermilo Abreu Gómez, considero que recorre casi todas las prístinas hojas del relato de Canek . Así mismo, sirviéndome de textos de la teoría de la historia, analizaré y, sobre todo, interpretaré, mediante un enfoque de la historia cultural entreverada con historia social, el trabajo literario del autor en comento . Intentaré reforzar dicha interpretación mediante trabajos históricos de la gesta de Canek, sirviéndome de dos estudios de historia profesional reciente, me refiero a los textos de Robert W. Patch, y sobre todo, el texto cardinal de Pedro Bracamonte y Sosa .

De entrada, aclaro que en este ensayo de historia cultural-social, distingo claramente entre el Canek histórico (es decir, el Canek proporcionado por la lectura de Patch y Bracamonte), del Canek literario de Abreu Gómez, aunque, no obstante, como a lo largo del texto pretenderé establecer, el Canek literario en ciertos momentos se emparienta con el Canek histórico desde el punto de vista del nativo confrontando la situación colonial y augurando otra sociedad, autónoma, y liberada del contexto colonial.
La lectura indiciaria del Canek
He dicho líneas arriba, que la forma por la cual me aboqué a releer el célebre relato compuesto por Ermilo Abreu Gómez, Canek , fue sirviéndome de los parámetros “ginzburgceanos” de la lectura indiciaria. Es decir, mediante una serie de “huellas”, o indicios dejados por el autor en la confección de su obra, traté de ver, o entrever, los mecanismos de continuidad popular –esto es, me refiero a las fuentes de la realidad social con la cual Abreu Gómez vivió sus primeros años meridanos, y que dejaron “huella” en la mirada, siguiendo a Mignolo, fronteriza de Abreu Gómez- insertos en la obra del escritor. Señalo que, al mismo tiempo que Abreu Gómez fustiga literariamente la situación colonial de la población indígena maya mediante la voz “idealizada” de Canek, su escritura es un eco vivo de lo oído durante sus primeros años. Aquí se hace necesario citar a Ginzburg para, acto seguido, referir brevemente mi relectura o nueva interpretación del texto. Dice Ginzburg sobre el paradigma indiciario:
Si las pretensiones de conocimiento sistemático parecen cada vez más inconstantes, no por ello debe ser abandonado la idea de totalidad. Por el contrario: la existencia de una conexión profunda que explica los fenómenos superficiales es reafirmada en el momento mismo en que se sostiene que un conocimiento directo de tal conexión es posible. Si la realidad es opaca, existen ciertos puntos privilegiados –señales, indicios- que nos permiten descifrarla…Esta idea, que constituye el núcleo del paradigma indiciario o sintomatológico, se ha abierto camino en los ámbitos cognoscitivos más variados, modelando en profundidad a las ciencias humanas .
Aguirre Rojas, del cual extraje la cita de Ginzburg, ahonda en el tópico, señalando que la realidad social pretérita, o en nuestro caso, la hechura, o los motivos conscientes e inconscientes del impulso para escribir un texto literario –y aquí no quiero pecar de demasiado “sociologizante” para el campo de la literatura-, que no es posible de reducirse de manera experimental, “en la mayoría de los casos sólo se conoce por vías indirectas; y, en consecuencia, es un conocimiento que tendrá que apoyarse en distintos tipos de testimonios y fuentes, pero también –y reiteradamente- en la búsqueda y el desciframiento de todo tipo de huellas, vestigios, rastros, signos, señales, síntomas o indicios” .


La lectura indiciaria del relato Canek, podría emparentarse con esa forma que Michel Foucault, recordado por Bourdieu, proponía a la hora de leer:

"Para ser verdaderamente fiel al espíritu de Foucault, ¿no habría que leerlo como él mismo ha dicho que leía, y de ese modo solamente? Recordemos, en efecto, que Foucault dijo que había leído a este o aquel autor no para obtener conocimientos, sino para sacar de allí reglas para construir su propio objeto. Hay que distinguir entre los lectores, los comentadores, que leen para hablar en seguida de lo que han leído; y los que leen para hacer alguna cosa, para hacer avanzar el conocimiento, los auctores ¿Cómo hacer una lectura de auctor, que quizá sea fiel a la letra de Foucault, pero sea fiel al espíritu foucaultiano?”
¿Cómo hacer una lectura de Canek, siendo fiel al espíritu ermilista? Es decir, ¿cómo hacer una lectura indiciaria que vaya más allá de los tópicos destilados por una crítica literaria “modernizante”, que ve como “nacionalista” los trabajos literarios que huelen a tierra recién removida, a indios rebeldes y cuestionadores de la realidad social, a “costumbrismos” regionales que dan cuenta de las oligarquías yucatecas marginando y explotando a la población subalterna ?

Consideré, al leer el texto de Abreu Gómez, que Canek no es una “idealización” nacionalista del indio solamente, fraguada por intelectuales bondadosos con él, pero que discurren en las pautas gamianas del Estado postrevolucionario para integrarlo, ni sigue los parámetros de la literatura indigenista destilados durante los primeros tiempos del siglo XX . Se le tacha a la literatura indigenista esa “idealización” interesada, o esa deformación del indio en sus obras, al no proponer rupturas contra el sesgo neocolonizante de la sociedad hegemónica –o, siguiendo la nomenclatura sesentera de González Casanova, el colonialismo interno-, ni haciendo la crítica de la difícil situación de las poblaciones indígenas del tiempo pasado o actual. Una literatura indigenista que, siguiendo a Benedetti, donde el indio “es encarado desde fuera y desde arriba, pues la solución de sus problemas no es enfocada en su complejidad social y económica, sino como una operación sencillamente caritativa” ; y en el que las propuestas gamianas aparecen en esa “idealización” o deformación de la mirada de las poblaciones indígenas cuando se insertan en el campo literario. Recordemos que Manuel Gamio, en las primeras páginas de Forjando patria, instaba a los revolucionarios a forjar la patria “de hierro hispano” y “bronce indígena”, pues para él, a diferencia de Japón, Francia y Alemania, México no era todavía una nación constituida pues carecía de una lengua común, un carácter común, una raza homogénea y una historia común. Pobres y analfabetas, las comunidades indígenas constituían una serie de pequeñas patrias, países individuales que no ejercían derechos ciudadanos en la República. Por lo tanto, la meta principal que defendía Gamio, y que fue llevada a la praxis por el indigenismo oficial durante buena parte del siglo XX, sería la de crear “una patria poderosa y una nacionalidad coherente y definida”, con base en la “fusión de razas, convergencias y fusión de manifestaciones culturales, unificación lingüística y equilibrio económico de los elementos sociales” .

En esa tónica, la lectura de auctor de Canek, me llevó a concluir que Ermilo Abreu Gómez no comulga –nunca comulgó- con ese tipo de literatura indigenista, aunque en sus textos señeros como el Naufragio de indios (1951), La conjura de Xinum (1958), donde trabaja la “Guerra de Castas”, y el Canek mismo, el indígena y sus peripecias es el elemento desencadenante de la trama, Abreu Gómez va más allá de la “operación sencillamente caritativa”, y nos presenta el punto de vista –o la voz- del nativo. Abreu Gómez, y me sirvo de las caracterizaciones del pensamiento fronterizo propuesto por Mignolo, pensaba, miraba, leía y escribía desde los parámetros de la descolonización, deconstruyendo las formas hegemónicas de las “modernidades coloniales” yucatecas de ver al indio como una reificación abúlica para los intereses de las clases hegemónicas. Abreu Gómez reaccionaba contra el “gran relato de la civilización occidental” , que dejaba fuera la voz del indígena, y explicitaba el cuestionamiento a la situación colonial mediante un personaje, si bien “idealizado” , no menos amenguado en su realidad al proferir Canek estas palabras:
"Los blancos hicieron que estas tierras fueran extranjeras para el indio; hicieron que el indio comprara con su sangre el viento que respira. Por esto va el indio, por los caminos que no tienen fin, seguro de que la meta, la única meta posible, la que le libra y le permite encontrar la huella perdida, está donde está la muerte".
Abreu Gómez, como hemos dicho, sostiene con Canek el punto de vista del nativo, y cuando estructura su narrativa mediante fragmentos como las líneas arriba citadas, se inserta a debatir el imaginario del mundo moderno colonial, posicionando su escritura desde los umbrales del pensamiento fronterizo:
El concepto omnicomprensivo y necesario de modernidad/colonialidad se refiere verdaderamente a la necesidad, a la fuerte necesidad de construir macronarrativas desde la perspectiva de la colonialidad...No se trata (al menos no únicamente) de narrativas revisionistas ni de narrativas que traten de contar una verdad diferente, sino, por el contrario, narrativas encaminadas a la búsqueda de una lógica diferente…Para Glissant, el imaginario (del sistema del mundo moderno/colonial) consiste en todos los modos en los que una cultura percibe y concibe el mundo. Así pues todas las culturas humanas contarán con un imaginario particular…el imaginario del mundo moderno/colonial es su propia descripción, los modos en los que se describe a sí mismo por medio del discurso del Estado, de los intelectuales y de los académicos…Por “pensamiento fronterizo” me refiero a los momentos en los que el imaginario del sistema-mundo moderno se quiebra .
En este sentido, el texto de Abreu Gómez, a caballo entre el pensamiento fronterizo y anticolonial, difiere mucho de la literatura indigenista, porque confronta los elementos mismos de la situación colonial, como podría ser la Iglesia :
-¿Por qué nos enseñan a querer a un dios que permite que los blancos nos peguen y nos maten? ¿Por qué hemos de cantar de rodillas un canto de contrición? No lo digamos más porque, aun diciéndolo con los labios, cometemos falta en nuestro espíritu .
Es paradigmático que, siendo un escritor y no un historiador, Ermilo Abreu Gómez pusiera un quiebre no sólo con la literatura decimonónica, sino con la historia decimonónica del pasado yucateco ; y desde los marcos de una escritura clara, vigorosa, llana y a veces elegiaca , dejase escuchar la voz del otro con un “espíritu etnográfico”, como nos recordaba Robert Darton a la hora de recrear la historia, situando la literatura en su más prístina dimensión social, cultural:
El género antropológico de la historia tiene su propio rigor, aunque pueda parecerles tan sospechoso como la literatura a los sociólogos rígidos. Esto se apoya en la premisa de que la expresión individual se manifiesta a través del idioma en general, y que aprendemos a clasificar las sensaciones y a entender el sentido de las cosas dentro del marco que ofrece la cultura. Por ello debería ser posible que el historiador descubriera la dimensión social del pensamiento y que entendiera el sentido de los documentos relacionándolos con el mundo circundante de los significados pasando del texto al contexto, y regresando de nuevo a éste hasta lograr encontrar una ruta en un mundo mental extraño .
Esta expresión individual ermiliana, manifestada a través de su escritura, se clarifica mediante el marco general de la fuerte cultura que lo impregna. En este caso, de la cultura maya, de la cultura a la que difiero adjetivar como “subalterna”, o de los “domésticos” de la casa del niño Ermilo . Volveré sobre esto en el último apartado. Ahora, basta señalar dos cosas. La primera, estriba en el hecho de que la escritura de Abreu Gómez, el Canek propiamente, se aparta de esa visión de la literatura indigenista, donde el indio resulta un ser pasivo ante la conflictiva social. Abreu Gómez no idealiza: recrea la historia, propone una “utopía arcaica”: el cuestionamiento de la explotación laboral indígena, la crítica social a los abusos a los indios en las haciendas, la cancelación, en voz del Canek literario, de los tributos y los repartimientos, y señala la repatriación de esta tierra a los indios, cuando oíamos al Canek ermilesco lamentarse de que “los blancos hicieron que estas tierras fueran extranjeras para el indio”: la revuelta de Canek, y en este punto se unifican ambos, el Canek literario y el Canek de la historia, estriba, siguiendo las lecturas proféticas, en el afán del indio de volver a ver, a estas tierras, como patrias y no exilios :
Ya se cumplen las profecías de Nahua Pech, uno de los cinco profetas del tiempo viejo. No se contentarán los blancos con lo suyo, ni con lo que ganaron en la guerra. Querrán también la miseria de nuestra comida y la miseria de nuestra casa. Levantarán su odio contra nosotros y nos obligarán a refugiarnos en los montes y en los lugares apartados. Entonces iremos, como las hormigas, detrás de las alimañas y comeremos cosas malas: raíces, grajos, cuervos, ratas y langostas del viento. Y la podredumbre de esta comida llenará de rencor nuestros corazones y vendrá la guerra .
Frente a toda interpretación del texto de Ermilo Abreu Gómez como idealización indigenista solamente, hemos propuesto que éste se aparta de la visión indigenista corriente, para poner énfasis a la mirada omitida. Abreu Gómez hace uso de la experiencia, de lo vivido en una sociedad yucateca como la de principios del siglo XX, permeada por un enorme orbe indígena. Su literatura parte, siguiendo las propuestas thompsonianas, de una “conciencia” histórica determinando la realidad , o determinando su texto. Margaret Shrimton, sobre esta diferencia radical del Canek de Abreu Gómez respecto a la narrativa indigenista corriente, señala que la obra de este autor cuestiona el mito homogeneizador indigenista del indio como elemento paisajístico, donde si bien es cierto que posterior a la Revolución Mexica el indígena empezó a ser objeto de estudio y tema de interés, nunca dejó de ser “el otro” visto desde el “nosotros” hegemónico que controlaba la palabra:
En la pequeña novela de Ermilo Abreu Gómez, Canek, historia y leyenda de un héroe maya (1940), el indígena protagonista asume la autoridad narrativa y afirma su verdad, obligando al blanco a ocupar un espacio marginal en el texto. Este primer momento de ruptura con el discurso nacional crea un modelo dual, que opone el mundo indígena al no indígena y rodea al indígena con un velo de idealismo. Sin embargo, la inversión de los papeles –evidente desde el título de la obra- señala el rompimiento con el discurso nacional y coloca el poder de la escritura en la voz del indígena. El contraste con obras de corte indigenista como El indígena (1935), de López y Fuentes, es marcado, pues aquí “el indio” carece de voz y se ubica dentro de un marco que lamenta las incursiones de la modernidad en las comunidades indígenas. En cambio, la reescritura de la historia de la rebelión del indígena Canek (1761) es un momento clave en la historia nacional, y en Yucatán señala el inicio de una narrativa que coloca la historia colectiva de la región en un primer plano .


Y no sólo se aparta de la literatura indigenista corriente, sino que, como hemos dicho, el texto de Canek de Abreu Gómez se aparta de la versión de la historia local oficial de la rebelión del Canek histórico. En esta parte, el Canek de Abreu Gómez deja de ser, como señala Shrimton citando a Roldán Peniche Barrera, el “panadero borracho que nos suministra la historia” . El mismo Abreu Gómez, en palabras de Canek, recomendaba “aprender a leer no la letra, sino el espíritu de todas las historias” oficiales:

Canek dijo:

-Hace unos años leí libros donde se contaba la historia de estas tierras. Los leí con placer y me entretuve en el conocimiento de los sucesos antiguos y en el razonar de las gentes que fueron. Una vez mi padrino me dijo: Los libros que lees fueron escritos por los hombres que ganaron estos lugares. Mira con cuidado las razones puestas en sus páginas, porque si te entregas desprevenido, no entenderás la verdad de la tierra sino la verdad de los hombres. Léelos, sin embargo, para que aprendas a odiar la mentira que se dice dentro de los pensamientos de los filósofos y dentro de la oración de los devotos.

-Y así aprendí –concluyó Canek- a leer, no la letra, sino el espíritu de la letra de todas esas historias. .

“Aprender a leer no la letra, sino el espíritu de todas esas historias” de los filósofos –o historiadores liberales, como Sierra O’Reilly-, o devotos como fray Diego de Landa, Cogolludo o Lizana, es una metodología primaria para hacer la famosa “crítica de fuentes”. Sobre esto, Florescano, estudiando la historiografía de la “Guerra de Castas” aparecida en el XIX, señala el “filtro étnico” de esos libros que fueron “escritos por los hombres que ganaron estos lugares”. Florescano refiere el hecho evidente de la conciencia, no de clase, sino de raza de las primeras historiografías yucatecas existentes del conflicto de 1847 –y, por supuesto, del conflicto de 1761 -, que solamente describen los prejuicios etnocéntricos de los historiadores de la clase dominante, que en su mayoría eran criollos muy alejados de la cultura étnica rural de la Península de Yucatán. Si la insurrección de Canek fue explicada por O’Reilly como un asunto de borrachos enfiestados, o el levantamiento generalizado de los mayas en la medianía del XIX fue bautizada por el mismo Sierra O‘Reilly, Serapio Baqueiro, Eligio Ancona y Molina Solís, como una conflagración racial, es por el hecho de que ellos representaban, en el sistema dual o interétnico en el que coexistían con los grupos indígenas peninsulares, el elemento sociocultural dominante (llámese español durante la colonia; criollo, ladino, “vecino” o ciudadano con posterioridad). Porque el Yucatán del XIX representa, icónicamente, la concepción teórica de la sociedad dual, con colonialismo interno de los grupos dominantes establecido por González Casanova; lo que Salvador Alvarado denominaría como la Casta Divina, o residuo aristocrático de ese pasado colonial. Porque dichos historiadores, como refiere Florescano:

[….] eran descendientes de la élite yucateca que acumuló un odio visceral contra los indígenas que resistieron la expansión de la agricultura comercial y el desarrollo capitalista. Consecuentes con sus intereses, elaboraron una interpretación étnica, por no decir racista de los conflictos que vivieron sus padres y afirmaron que el origen de la llamada Guerra de Castas fue el odio indígena a la raza blanca, sedimentada a lo largo de siglos .
Mediante esta cláusula, concluyo este primer apartado de la interpretación, con base a textos de la teoría de la historia, del Canek de Ermilo Abreu Gómez. En el acápite final, me centraré en las huellas de la sociedad yucateca en la obra del autor, con el fin de establecer, someramente, el contexto social del cual Abreu nutrió su literatura.
Reflexiones finales: Las “huellas” de una sociedad en resistencia en la obra del autor
En el apartado anterior, citando el paradigma indiciario de Carlo Ginzburg, refería que había que leer, a través de indicios, señales, huellas, el relato de Canek, de Ermilo Abreu Gómez, para clarificar los “fenómenos sociales” (en este caso, la escritura ermiliana) que se encuentran insertos en el cuerpo del discurso, con el objetivo explícito de conectar dicha superficialidad narrativa a un trasfondo metanarrativo que busque los asideros sociales, culturales. Ginzburg decía que si la realidad es opaca –y obviamente que la escritura de Abreu Gómez no lo es, aunque sí se le puede tachar, como hemos comprobado, por cierta lectura superficial, de “indigenista”, o “idealizante”-, “existen ciertos puntos privilegiados –señales, indicios- que nos permiten descifrarla. Aguirre Rojas, preguntándose de que si existe un “espíritu de la época”, un “zeitgest”, respondía que quizás sí o quizás no, “pero lo que sin duda sí existe son contextos culturales específicos de cada coyuntura histórica que plantea problemas similares a los distintos investigadores y científicos de todo orden que trabajan dentro de estos contextos y estas coyunturas determinadas” . Esta cláusula sirve tanto para investigadores, o artistas, como es el caso de Ermilo Abreu Gómez. La lectura del Canek entroncaría con la sociedad indígena que Abreu Gómez conociera. En este tenor, es esclarecedor el texto con el que Abreu Gómez nos cuenta la forma como escribió el relato:
Acaso al amigo lector le gustará conocer la historia de este libro. Cuando era yo niño acompañaba a mi padre por tierras de Yucatán. Mientras mi padre realizaba las diligencias de sus negocios yo me quedaba en la posada rodeado de indios mayas. Por la noche, después de la cena, junto al fogón de la cocina, aquellos hombres se ponían a contar historias y leyendas de la región. Una de ellas se relacionaba con la vida de Canek. Sus aventuras y sus sentencias quedaron grabadas en mi memoria. Más tarde, ya de pupilo en la escuela, pude leer papeles acerca del personaje, los cuales acabaron por afirmar en mi espíritu su recuerdo y su imagen .
En esta confesión de cómo se fue gestando Canek, Abreu Gómez nos inserta, mediante ese indicio, a la estructura mental de los grupos “subalternos” mitificando las gestas libertarias del Canek histórico, recreándolas mediante la imprescindible historia oral, resignificándolas y plasmándolas en un diálogo intergeneracional, para ofrecer una historia autonómica, una persistencia inclaudicable, un continnum de resistencia por conducto de la palabra . Bajo estas premisas, podríamos decir, junto con Chartier, que las ideas captadas por Abreu Gómez, tendremos que situarlas en sus raíces sociales, “estudiadas tanto en su carga afectiva y emocional como en su contenido intelectual, se convierten, al igual que los mitos o las combinaciones de valores, en una de esas ‘fuerzas colectivas por las cuales los hombres viven su época’ y, por lo tanto, uno de los componentes de la ‘psique colectiva’ de una civilización” . De esas raíces sociales, de esa tradición viva Ermilo Abreu Gómez abrevó por vez primera, ese fue el origen de su mitificación literaria de Canek, mitificada primeramente por los hombres mayas que, después de las faenas del campo, escuchó hablar el niño Ermilo junto al fogón de las chozas. En otras palabras, estamos hablando de la dimensión social-cultural del pensamiento, de la literatura del escritor. Para concluir, podríamos decir, junto con Reyes Ramírez, que el texto de Abreu Gómez comentado en estas breves páginas, es una de las respuestas “de una experiencia humana ante las circunstancias de una naturaleza y un acontecer histórico concretos, ocurridos en el ámbito de una geografía y formación específica como lo es la Península de Yucatán” .

Bibliografía:
Abreu Gómez, Ermilo, La del alba sería…, Ediciones Botas, México, 1954.
--------------------------, Duelos y Quebrantos; memorias, Ediciones Botas, 1959.
--------------------------, Andanzas y extravíos, memorias, Ediciones Botas, México, 1965.
--------------------------, Canek. Historia y leyenda de un héroe maya, Ediciones Oasis, México, 1980. 
Aguirre Rojas, Carlos Antonio, “Indicios, lecturas indiciarias, estrategia indiciaria y saberes populares (Microhistoria italiana)”, en revista Contrahistorias, núm. 7, México, D.F, 2007.
Benedetti, Mario, “Subdesarrollo y letras de osadía”, en Benedetti, Mario, El ejercicio del criterio, Alfaguara, México, 1995.
Bourdieu, Pierre, Capital cultural, escuela y espacio social, Siglo XXI editores, México, 2008
Bracamonte y Sosa, Pedro, La encarnación de la profecía. Canek en Cisteil, CIESAS (Colección Peninsular), México, 2004.
Brading, David A., Mito y profecía en la historia de México, México, Fondo de Cultura Económica, 2004.
Burke, Peter, ¿Qué es la historia cultural?, Barcelona, Paidós, 2006.
Darnton, Robert, La gran matanza de gatos y otros episodios en la historia de la cultura francesa, México, Fondo de Cultura Económica, 2006.
Chartier, Roger, El mundo como representación. Estudios sobre historia cultural, Barcelona, Paidós, 2005.
Díaz Perera, Miguel Ángel, “Antropología e Historia, ¿un diálogo necesario? Edward Palmer Thompson, una visión”, en revista Relaciones, Zamora, núm. 99, 2004, pp. 287-316.
Florescano, Enrique, Etnia, Estado y Nación, ensayo de las identidades colectivas en México, México, Aguilar, 1997.
Latchman, Ricardo A., “prólogo” a Ermilo Abreu Gómez, La del alba sería, México, Ediciones Botas, 1954.
Machuca Gallegos, Laura Olivia, Reseña de La encarnación de la profecía. Canek en Cisteil, de Pedro Bracamonte y Sosa, Relaciones, primavera, año/ vol. XXVIII, número 110, El Colegio de Michoacán, 2007, pp. 207-210.
Mignolo, Walter D., Historias locales / diseños globales. Colonialidad, conocimientos subalternos y pensamiento fronterizo (Introducción: “Acerca de la gnosis y el imaginario del sistema-mundo moderno/ colonial”, Madrid, Akal, 2003.
Patch, Robert W., “La rebelión de Jacinto Canek en Yucatán”, Desacatos, núm, 13, invierno, 2003, pp. 46-59, traducción de Gabriela Solís Robleda.
Reyes Ramírez, Rubén, “prólogo” a Ermilo Abreu Gómez, Canek, Mérida, Gobierno del Estado de Yucatán, 2008.
Ruz, Mario Humberto, “Los rostros de la resistencia. Los mayas ante el dominio hispano”, en María del Carmen León, Mario Humberto Ruz y José Alejos García, Del katún al siglo. Tiempos de colonialismo y resistencia entre los mayas, México, Conaculta, 1992, pp. 85-162.
Shrimton Masson, Margaret, “Relecturas de la narrativa yucateca en el contexto del Caribe”, Revista Mexicana del Caribe, año/vol. VII, número 013, Universidad de Quintana Roo, Chetumal, México, 2002, pp. 99-123.
Silva de Rodríguez, Cecilia, Vida y obras de Ermilo Abreu Gómez, Publicaciones del Boletín Bibliográfico de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, México, 1971.

domingo, 25 de diciembre de 2011

De eso que llaman "literatura indígena"




A finales del siglo XIX, la lengua "franca" en Yucatán dejó de ser el maya, para dar paso al particular y sonoro español yucateco, nuestra lengua originaria más representativa aquí y en China. El proceso de castellanización iniciado desde mediados de la Colonia en Yucatán, y que sólo pudo llevar a cabo su designio homogeneizador bien entrado el siglo XX a través del conducto cultural representado por la escuela postrevolucionaria, ha hecho de la Península un lugar donde todo es comprensible mediante el español, incluso el cada vez más reducido ámbito rural maya. Por tal motivo, a pesar del ponderado y desaparecido “informante” Carlos Montemayor (me refiero a sus trabajos de revitalización de las lenguas indígenas en Oaxaca y en el mismo Yucatán), mis reservas con la "literatura indígena" son de orden histórico, literario y de sentido común. 

En el primer punto, habría que decir que no podemos obviar que los famosos 500 años de encuentros y desencuentros entre las otredades mesoamericanas y occidentales desestructuraron, reinventándolos, tanto el español hablado en México, y sin que decir del uayeísmo yucateco trufado de voces, palabras, astratos y substratos mayas. 

En el segundo punto, sin medias tintas porque prefiero la polémica de frente, inquiero a los “intelectuales mayas”, a que me señalen una cumbre literaria “étnica” similar, o casi igual, a la cumbre literaria que representa un Cervantes en nuestra lengua; o un Shakespeare o Faulkner en la lengua inglesa. No hay tal. 

Contrario al muy frecuentado discurso de la visceralidad indígena, no afirmo ninguna superioridad lingüística del español, pero no estaría de acuerdo con el provincianismo ahistórico de execrar la lengua española, apelando a la “visión de los vencidos”. Una visión, no necesito decirlo, bastante maniquea. Domínguez Michael, cuyo artículo ¿Lengua nonata o lengua muerta?, me sirve para poner en orden estas ideas que traigo sobre el tema, ironizaba sobre esta actitud de traer a cuenta la historia, ajusticiando la lengua del “imperio”, algo en que incurrió no sólo Montemayor sino que incurren aún muchos intelectuales indígenas: “De esa inocencia epifánica, Montemayor desglosa una actitud ante el español indigna de un hombre de cultura. Acepta, como cualquier bachiller radical, que nuestra lengua es esencialmente ‘la lengua del conquistador’, una realidad lingüística impuesta por el genocidio y un lazo superficial que la nueva evangelización desterrará en un par de generaciones…" 

 En el tercer punto, podría decir, a grandes rasgos, que la literatura indígena es otra herramienta -menos burda, pero al final de cuentas, herramienta- del clásico indigenismo mexicano: los actuales “intelectuales indígenas” tienen sus raíces pegadas al tronco de las viejas políticas públicas paternalistas del extinto INI (y actualmente, la CDI), y la efervescencia cultural que se destila en esos grupos cerrados (premios, certámenes, seminarios) ronda o depende en exclusiva del Estado, objeción menor esta última, pero si verificamos quiénes son los que en verdad se interesan, los que en verdad leen a los premios Netzahualcóyotl, comprobaremos que sus lectores no salen del espacio enclaustrado de la endogamia académica, o de las cofradías de la intelectualidad indígena: los leen lingüistas y conservadores de las lenguas mesoamericanas, exóticos de toda laya, y fervorosos de las identidades étnicas que fingen hipócritas fijezas. 

Porque, en México –escribía hace más de una década Christopher Domínguez Michael-, “país oficialmente alfabetizado, no se lee. En México se lee poca literatura, buena o mala. En las regiones indígenas, quién no lo sabe, las tasas de analfabetismo son abrumadoras. Si los indios no leen en español, no es predecible que entiendan las complejas transliteraciones al maya, náhuatl, otomí, chinanteco, tzeltal y tzotzil que apasionan a Montemayor –y antes que a él, al Instituto Lingüístico de Verano”. El boom de las literaturas indígenas, como todo el multiculturalismo actual ahíto de sus emblemas de batalla –derechos indígenas, lingüísticos, radicalismos culturales de un pasado que se mitifica apenas conociéndolo, y sin descartar bastante new age de por medio-, comenzó en la década de los ochenta del siglo pasado.

Frente a las arremetidas homogeneizadoras de un Estado autoritario e integrador, los intelectuales indígenas, así como ciertas figuras del México mestizo –Bonfil Batalla, el subcomandante Marcos y su ejército de encapuchados, y en la vena del tlacuilo mayor, el inmarcesible Carlos Montemayor- apelaron a contradiscursos que planteaban no sólo la visión diversa de la sociedad mexicana, sino que fijó posturas políticas trasminadas por radicalismos culturales, hizo la crítica del desfasado indigenismo y, ayudado de trabajos pioneros del padre Garibay, conjuntó un esquema herderiano –si existe la lengua, debe existir la nación y, de la mano de normativas internaciones, los derechos por ser alteridad- para inficcionar el esqueleto monolítico de la literatura mexicana: la literatura indígena, aunque con temas campiranos o mitológicos que francamente me hacen bostezar, en un primer momento, cuando su existencia era “autónoma y beligerante” (cosa que ya no es), fue “una buena noticia para el resto de los intelectuales, criollos o mestizos, que ya no tendrían que ocuparse de ‘darle voz a los que no la tienen”. 

Dije que la actual literatura indígena, una vez pasado su momento de gloria –hubo un tiempo en que lo étnico estaba de moda-, dejó esa lozana autonomía y saludable beligerancia, para encontrar techo presupuestal en un neoindenismo mexicano, que sigue la consigna multicultural de descafeinar, amansándolos, radicalismos activos del cada vez más desperdigado movimiento indígena. Fraguados por esa difícil dialéctica con el Estado indigenista y neoindigenista del XX y XXI, los actuales intelectuales indígenas han humedecido la pólvora de sus visiones utópicas, y con un pragmatismo digno de lástima, han adocenado su pluma y su persona a los pareceres del “ogro filantrópico”. El premio Netzahualcóyotl lo dice todo. 

 No obstante esta traición al primer adagio revolucionario que tuvo en sus comienzos las literaturas indígenas, cabría señalar la duda de si en verdad existen literaturas “indígenas” por el sólo hecho de escribir en maya, en náhuatl o en alguna otra lengua. Sin purismos lingüísticos, la historia nos recuerda que la lengua española en México “debe a los indígenas parte de su esplendor, como se lo debe el barroco a los anónimos constructores indios”. Alva Ixtlixóchitl, Alvarado Tezozomoc o el Inca Guaman Poma, fueron creadores del español y, a un tiempo, recreadores de su honda tradición indígena. No sé si peco de visión valetudinaria, pero esta rica tradición indígena no logro ver en los textos de los actuales intelectuales indios. 

Para finalizar, reconociendo que la actual literatura indígena es una literatura sin lectores, no muerta sino apenas neonata, la forma de que los textos de los intelectuales indígenas salgan de las sarmentosas garras de los lectores de campus universitarios, estribaría únicamente cuando “las naciones indias se integren política y educativamente a una sociedad democrática…Mientras tanto, los letrados indios –como todos los escritores- seguirán su lucha por ganar lectores, ya sea en maya o en español”, porque, no necesito decirlo, la literatura indígena actual “es un galimatías que entusiasma por la grandeza de su utopía”, pero un galimatías desértico. 

viernes, 23 de diciembre de 2011

"Un libro, en manos de un vecino, es un arma cargada. Quémalo"

Después de terminar de leer la novela Fahrenheit 451, de Ray Bradbury (el libro lo tengo desde 2004, siete años tuvo que dormir el sueño de los libros aplazados, para que yo decidiera sacarlo de mi biblioteca personal y sentarme a leerlo), pienso que la distopía que hila la novela de este autor estadounidense, hoy es una realidad para muchos estratos de la sociedad no sólo gringa, sino occidental en su conjunto: La cultura, entendida no como la entienden los antropólogos, sino la cultura entendida como la literatura, la filosofía o la historia -quitando a los profesionales mecanizados por la rutina diaria de leer únicamente sus textos de "trabajo"-, es sólo pasto para el engordamiento de las vacas rollizas, porque nadie tiene necesidad, angustia por leer, angustia por saber; nuestro universo colectivo se está achicando debido a nuestro cada vez más sintético, pobre y rupestre lenguaje.


Leer, ejercer el oficio del criterio, el pensar por sí mismos, el pasar todo a través del tamiz del análisis autónomo, se hace extremadamente difícil porque hoy más que nunca nos hemos convertido en neo bárbaros que van a la luna y navegan por el internet sin tener una brizna de lo que hemos hecho anteriormente como sociedad que viene trabajando colectivamente desde los días del paleolítico, porque hoy más que nunca se ha conseguido equiparar el pensamiento con el dolor que causa lo lento, lo aburrido, lo solitario y silencioso que puede ser uno perdido en una biblioteca silenciosa y prohibida al hombre Masa; este hombre Masa, hombre de la gleba, que aunque nunca haya leído el Eclesiastés, la sociedad consumista actual que representa, la sociedad lobotomizada por el No-Pensamiento y el pensamiento que no dure más de una frase, la sociedad que deja a los expertos en nada resolverles sus problemas, dice que "en la mucha sabiduría hay mucho sufrimiento; y quien añade ciencia, añade dolor”. 

En la sociedad actual lobotomizada por el No-Pensamiento, las palabras de Beatty, el fascista bombero de la novela de Bradbury, es programa político de los detentadores del poder que insisten que leer, pensar, atreverse a pensar de verdad sin diques moralistas, es malo porque individualiza, desaborrega, descatoliza, desmitologiza las verdades que vienen de arriba: 

“Todos debemos parecernos. No nacemos libres e iguales, como dice la Constitución, nos hacemos iguales. Todo hombre es la imagen de todos los demás, y todos somos así igualmente felices. No hay montañas sobrecogedoras que puedan empequeñecernos. La conclusión es muy sencilla. Un libro, en manos de un vecino, es un arma cargada. Quémalo. Saca la bala del arma. Abre la mente del hombre. ¿Se sabe acaso quién puede ser el blanco de un hombre leído? ¿Yo? No puedo aceptarlo”


Y sin embargo, esas armas, hoy más que nunca, son las que en verdad hacen falta para la guerra contra la ignorancia actual.

viernes, 9 de diciembre de 2011

He ahí el execrable chetumaleño

Comentando un enlace del muro del Facebook del poeta Oscar Sauri Bazán, escribí lo siguiente: "Pero mira quien lo escribe, quien lo dice, maestro Sauri. Es el salinista chetumaleño (con lo que me jode esa especie bellaca de peninsulares) que cobra en cada sexenio su mesada adinerada, y como perro que sabe la querencia del PRIncipe desnudo de inteligencia que pretenden imponer a punta de spots los hombres y mujeres del pasado (y Aguilar Camín es un hombre del pasado, y no por ser historiador), proyecta su cálamo asfixiante contra la "masa" de tuiteros que han dado de palos y cocez a su PRIncipe que se ha pues
to a gemir su soledad libresca arropado por los bufones de su corte. Aguilar Camín, un intelectual orgánico químicamente puro, un perro de librea de los secuestradores de México, discurre su aviesa e interesada escritura para curar las heridas de su PRIncipe, yendo en contra de los "libertarios innegociables que no se atreven a dar su nombre" (¿para qué el nombre?, ¿para que el Estado represor y sus corifeos policiacos se vayan contra ellos, como le ha sucedido a tuiteros veracruzanos y defeños?), en contra de los "Radicales anónimos" y "justicieros que lanzan el tuit y esconden su compu". Al menos, nosotros lanzamos el tuit, pero ellos, los de arriba, lanzan a sus cancerberos para defender crímenes de Estado (léase el libro de Camín que habla sobre Acteal, defendiendo al priísmo que mandó a matar a los indios), o lanzan reformas y decretos que rompen la seguridad social, jurídica, económica de los ciudadanos que solo cuentan con el tuit y la compu. A los que escriben en facebook, o tuitean y se pitorrean de su PRIncinpe desnudo, el ominoso chetumaleño les llama "paleros disfrazados de ciudadanos. Pandilleros disfrazados de indignados. Linchadores vestidos de pueblo justo", y esto tácitamente cuestiona todo intento de criterio propio, y se convierte en eco del fascismo que impera actualmente en la clase política -Calderón intimida con enjuiciar a los 23,000 firmantes que lo denuncian como criminal de guerra en la CPI, en Tabasco y Veracruz se modifica el Codigo Penal para llevar a la cárcel a facebooqueros y tuiteros incómodos-. El execrable chetumaleño, un hombre para nada demócrata, para defender a su PRIncipe, convierte la libertad de expresión en un papel mojado y repleto de todos los asegunes y dependes que dicta el poder de los irracionales secuestradores de México, y lo baja a la plataforma neoporfiriana asegurando que los faceboqueros y tuiteros no están maduros para ella, la libertad de expresión sin cortapisas.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Si no hay azúcar en la alacena, no habrá café para nadie

El Pin-Che Guevara dijo que si no hay café para todos, no habrá café para nadie. Un gran hombre amargado ese argentino, pues no sabía que, no el café en sí es lo que nos hace ser plenamente humanos cuando lo tomamos, sino las cucharaditas de azúcar que le eches a tu taza. Corrijo entonces al guerrillero fofo: "Si no hay azúcar en la alacena, no habrá café para nadie". (Esto lo escribo porque no tengo ni un pinche gramo de azúcar ahora mismo que me tomo el café como jamás lo tomaría un yucateco de sepa, ¡sin azúcar!).

jueves, 1 de diciembre de 2011

Viejo árbol de palabras

Me enteré regresando de la UAM Iztapalapa. Un locutor de radio leía esos poemas que me lo sé casi de memoria: "A recorrer me dediqué esta tarde las solitarias calles de mi aldea..." A los 97 de su antivida, el patriarca de la desfachatez antipoética había recibido el Yelmo de mambrino: cosa digna de celebrarse con los ijares de la risa. Dos Quijotes saldrían más fuertes y vigorosos de la larga vida del poeta que me ha hecho comprender mejor el derecho con su apotegma de que "No le doy a nadie el derecho"...Tipo ridículo a los rayos del sol", a las lágrimas de los jorobados de existencialismos chabacanos, maestro de hecatombes y aquelarres, eres tú el que expresa las corbatas de las tardes. Hombre que no está para premios Cervantes, harás un batiburillo con los refajos de Sancho, sacarás un ped
o de tristeza a don Juan Carlos y sus desfalcadores infantes, y seguramente restregarás tus cantos, volarás lejos, irás despacio en tu turbina encapuchada, lagrimearás viejos amores porque ya han pasado los años, las tardes, las noches incestuosas y ella, la hija de tus besos, ya no sabes donde hallar...Toda la América de habla bronca y española, a la que le diste cabello, sin razones y quebrantos, es ahora la hija de tus besos, la hija de tus versos, maestro Parra. Me enteré regresando de la UAM Iztapa-baba, de que tú, viejo árbol de palabras, te habías puesto a recorrer los viejos campos de la Mancha. Un locutor osezno destripaba tus versos que guardo en mis alforjas.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Manifiesto del 23 de septiembre de 1911 del Partido Liberal mexicano

"Capital, autoridad, clero: he ahí la trinidad sombría que hace de esta bella tierra un paraíso para los que han logrado acaparar en sus garras por la astucia, la violencia y el crimen, el producto del sudor, de la sangre, de las lágrimas y del sacrificio de miles de generaciones de trabajadores, y un infierno para los que con sus brazos y su inteligencia trabajan la tierra, mueven la maquinaria, edifican las casas, transportan los productos, quedando de esa manera dividida la humanidad en dos clases sociales de intereses diametralmente opuesto: la clase capitalista y la clase trabajadora: la clase que posee la tierra, la maquinaria de producción y los medios de transportación de las riquezas, y de la clase que cuenta más que con sus brazos y su inteligencia para proporcionar el sustento... El Partido Liberal mexicano reconoce que todo ser humano, por el sólo hecho de venir a la vida, tiene derecho a gozar de todas y cada una de las ventajas que la civilización moderna ofrece, porque esas ventajas son el producto del esfuerzo y del sacrificio de la clase trabajadora de todos los tiempos... El Partido Liberal mexicano reconoce que el llamado derecho de propiedad individual es un derecho inicuo, porque sujeta al mayor número de seres humanos a trabajar y a sufrir para la satisfacción y el ocio de un pequeño número de capitalistas. El Partido Liberal mexicano reconoce que la autoridad y el clero son el sostén de la iniquidad capital, y, por lo tanto, la Junta Organizadora del Partido Liberal mexicano ha declarado solemnemente la guerra a la autoridad, guerra al capital, guerra al clero. Contra al capital, la autoridad y el clero, el Partido Liberal mexicano tiene enarbolada la bandera roja en los campos de la acción en México, donde nuestros hermanos se baten como leones, disputano la victoria a las huestes de la burguesía o sea: maderistas, reyistas, vazquistas, científicos y tantas otras cuyo único propósito es encumbrar a un hombre a la primera magistratura del país, para hacer negocio a su sombra sin consideración alguna a la masa entera de la población de México, y reconociendo, todas ellas, como sagrado, el derecho de propiedad privada. Estos son, mexicanos, los primeros resultados prácticos de la propaganda de y de la acción de los soldados del proletariado, de los generosos sostenedores de nuestros principios igualitarios, de nuestros hermanos que desafían toda imposición y toda explotación con este grito de muerte para todos los de arriba y de vida y de esperanza para todos los de abajo: ¡Viva Tierra y Libertad! La tormenta se recrudece día a día: maderistas, vazquistas, reyistas, científicos, delabarristas os llaman a gritos, mexicanos, a que voléis a defender sus desteñidas banderas, protectoras de los privilegios de la clase capitalista. No escuchéis las dulces canciones de esas sirenas, que quieren aprovecharse de vuestro sacrificio para establecer un gobierno, esto es, UN NUEVO PERRO QUE PROTEJA LOS INTERESES DE LOS RICOS. ¡ARRIBA TODOS; PERO PARA LLEVAR A CABO LA EXPROPIACIÓN DE LOS BIENES QUE DETENTAN LOS RICOS! La expropiación tiene que ser llevada a cabo a sangre y fuego durante este grandioso movimiento como lo han hecho y lo están haciendo nuestros hermanos habitantes de Morelos, sur de Puebla, Michoacán, Guerrero, Veracruz, norte de Tamaulipas, Durango, Sonora, Sinaloa, Jalisco, Chihuahua, Oaxaca, YUCATÁN, Quintana Roo y regiones de otros estados, según ha tenido que confesar la misma prensa burguesa de México, EN QUE LOS PROLETARIOS HAN TOMADO POSESIÓN DE LA TIERRA SIN ESPERAR A QUE UN GOBIERNO PATERNAL SE DIGNASE A HACERLOS FELICES, CONSCIENTES DE QUE NO HAY QUE ESPERAR NADA BUENO DE LOS GOBIERNOS Y DE QUE "LA EMANCIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES DEBE SER OBRA DE LOS TRABAJADORES... Por esto es por lo que lucha el Partido Liberal Mexicano. Por esto es por lo que derrama su sangre generosa una pléyade de héroes, QUE SE BATEN BAJO LA BANDERA ROJA AL GRITO PRESTIGIOSO DE ¡TIERRA Y LIBERTAD! MEXICANOS: Si queréis ser de una vez libres no luchéis por otra causa que no sea la causa del Partido Liberal mexicano. Todos os ofrcen libertad política para después del triunfo: LOS LIBERALES OS INVITAMOS A TOMAR LA TIERRA, LA MAQUINARIA, LOS MEDIOS DE TRANSPORTACIÓN Y LAS CASAS DESDE LUEGO, SIN ESPERAR A QUE NADIE OS DÉ TODO ELLO, SIN AGUARDAR A QUE UNA LEY DECRETE TAL COSA, PORQUE LAS LEYES NO SON HECHAS POR LOS POBRES, SINO POR LOS SEÑORES DE LEVITA, QUE SE CUIDAN DE HACER LEYES EN CONTRA DE SU CASTA. ES EL DEBER DE NOSOTROS LOS POBRES TRABAJAR Y LUCHAR POR ROMPER LAS CADENAS QUE NOS HACEN ESCLAVOS. DEJAR LA SOLUCIÓN DE NUESTROS PROBLEMAS A LAS CLASES EDUCADAS Y RICAS ES PONERNOS VOLUNTARIAMENTE ENTRE SUS GARRAS. NOSOTROS LOS PLEBEYOS; NOSOTROS LOS ANDRAJOSOS; NOSOTROS LOS HAMBRIENTOS; LOS QUE NO TENEMOS UN TERRÓN DONDE RECLINAR LA CABEZA; LOS QUE VIVIMOS ATORMENTADO POR LA INCERTIDUMBRE DEL PAN DE MAÑANA PARA NUESTRAS COMPAÑERAS Y NUESTROS HIJOS; LOS QUE, LLEGADOS A VIEJOS, SOMOS DESPEDIDOS IGNOMINIOSAMENTE PORQUE YA NO PODEMOS TRABAJAR, TOCA A NOSOTROS HACER ESFUERZOS PODEROSOS, SACRIFICIOS MIL PARA DESTRUIR HASTA SUS CIMIENTOS EL EDIFICIO DE LA VIEJA SOCIEDAD, QUE SIDO HASTA AQUÍ UNA MADRE CARIÑOSA PARA LOS RICOS, Y UNA MADRASTRA HURAÑA PARA LOS QUE TRABAJAN Y SON BUENOS. Todos los males que aquejan al ser humano provienen del sistema actual, que obliga a la mayoría de la humanidad a trabajar y a sacrificarse para que una minoría privilegiada satisfaga todas sus necesidades y aun todos sus caprichos, viviendo en la ociosidad y en el vicio...Para acabar con todo eso es preciso que los trabajadores tengan en sus manos la tierra y la maquinaria de producción, y sean ellos los que regulen la producción de las riquezas, atendiendo a las necesidades de ellos mismos [...] Mexicanos: Con la mano puesta en el corazón y con nuestra conciencia tranquila, os hacemos un formal y solemne llamamiento a que adpotéis, todos, hombres y mujeres, los altos ideales del Partido Liberal mexicano. Mientras haya pobres y ricos, gobernantes y gobernado, no habrá paz, ni es de desearse que la haya porque esa paz estaría fundada en la desigualdad política, económica y social, de millones de seres humanos que sufren hambre, ultrajes, prisión y muerte, mientras una pequeña minoría goza toda suerte de placeres y de libertades, por no hacer nada.... La libertad y el bienestar están al alcance de nuestras manos. El mismo esfuerzo y el mismo sacrificio que cuesta elevar a un gobernante, esto es, un tirano, cuesta la expropiación de los bienes que detentan los ricos. A escoger, pues: o un nuevo gobernante, esto es, un nuevo yugo, o la expropiación salvadora y la abolición de toda imposición religiosa, política o de cualquier otro orden. ¡Tierra y Libertad! Dado en la ciudad de Los Ángeles, estado de California, Estados Unidos de América, a los 23 días del mes de septiembre de 1911. -Ricardo Flores Magón -Librado Rivera -Anselmo L. Figueroa -Enrique Flores Magón.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Un pueblo sin historia y sin gente de razón

Ese pueblo, tu pueblo, que se encuentra afincado entre Sodoma y Gomorra, es decir, que siempre ha estado entre la putería y la barbarie...Un pueblo pintoresco del sur del Estado donde no pasa nada sino puras chingaderas y puros negocios de Peto, es el pueblo por el cual, etnocéntricamente enfermo, te sientes orgulloso, rasgas tus vestiduras, haces votos por el a la virgen de tu parroquia, clamas y reclamas contrición y reverencia por esa cauda putesca de mierda histórica vomitiva: tu pueblo, el pueblo. Entre la putería y la barbarie, refrendo mi dicho para nada "subjetivo". No existen subjetivas opiniones en mis odios y mis amores malditos...el caso es que es una náusea ese pueblo, un error histórico y diré por qué. Uno que es conocedor de la Guerrra de castas (una guerrita que no sirvió para nada), sabrá que Peto no fue barrido del mapa por las huestes indias...Ese es el error histórico, para mí el pecado mayor de los bárbaros cruzoob que los llevó a la derrota: el hecho de no haber extinguido, hasta la última piedra, hasta la última mierda, a ese pueblo de indios taciturnos convertidos en ejidatarios, y luego en tricicleteros (pueblo mierdoso de tricicleteros); y de mestizos cabrones dominando a los primeros con estructuras políticas y económicas antiquísimas propias del neocolonialismo imperante... Pregunto y pregunto: ¿Qué cultura existe en ese pueblo alejado de la buena de Dios, crecido entre los barbechos de la subcultura agringada?, ¿Qué nivel de cultura política, democrática, social, cultura-cultura tiene ese pueblo cacafónico? Históricamente, ese pueblo degenerado y en decadencia total, es irrelevante desde cualquier punto que se mire...Es, como dice Erick Wolf, un pueblo sin historia...y yo agregaría que sin historia y sin gente de razón..

domingo, 23 de octubre de 2011

Censura universitaria

En Quintana Roo, estoy convencido de ello, se necesita una Universidad libre de cualquier prejuicio partidista...Y eso solo será posible con la autonomía universitaria...Malhaya para esas personas que crean zombis universitarios satisfechos con su status quo autoritario. Esto lo digo porque, en un acto reciente de censura hecho por una colega -y es que me atreví a señalarle el logo priísta de su alma mater, al principio me sentí incómodo, pero luego comprobé mi hipótesis de trabajo: en la Universidad de Quintana Roo se cuecen, no habas-estudiantes, sino autoritarios. Y con la tranquilidad que me da el conocimiento de que las polémicas entre amigos sólo quedan como llamaradas de petate, le
señalé lo siguiente: "Un acto de censura es un acto inquisitorial, deleznable, indigerible como se vea. Llamar al pan, pan, y que se sonroje la de enfrente, es un problema para la de enfrente. Adjetivar Universidad Priísta a la Universidad de Quintana Roo, no es decir gran cosa, sino señalar un lugar común, un cliché avinagrado, para las personas con sentido común. Por cierto, nos hace falta la autonomía universitaria, sí, pero me parece mucho más importante abogar por nuestra autonomía de pensamiento, y ya no digo pedirles "libertad de cátedra" a los que no saben sentir la palabra libertad.

viernes, 21 de octubre de 2011

Y es que en este mundo desbocado que morimos...


Aunque Kadafi haya sido un sátrapa, el vídeo que apareció días después de su muerte en los portales de noticias es indignante, amoral, inhumano y provoca la tristeza. Tristeza no por el tirano, sino por el hombre, por lo humano que hay hasta en la más miserable y criminal vida humana. Nada bueno promete, para Libia, una turba de salvajes bañados en la sangre de un cadáver que no puede defenderse...
Hay razones de sobra para execrar a ese país de la barbarie militarista que es Libia. En su momento final, en su dantesco momento final, Kadafi pagó con su tortura y muerte brutal sus cuarenta y pico de años de ejercer la satrapía seudosocialista en dicho país...Y con ese asesinato con tintes paleolíticos, los "libertadores" de Libia se han convertido en pequeños y mediocres Kadafis.
Y es que en este mundo perro y desbocado que vivimos y morimos, ya ni se guardan las formas jurídicas más elementales de antaño...Hace más de medio siglo, al caer Berlín en manos de las tropas del ejército rojo, hubo al parecer un último acto de presencia de la "civilización" europea y gringa con el tribunal de Nuremberg...Hoy, esas pequeñas formalidades no se destilan. Se procesa a Hussein, solo para burlarse de su cadáver exponiendo mundialmente las fotos de su ahorcamiento. Y con Kadafi, no obstante ser un sátrapa criminal de guerra, aún así merecía un proceso justo, imparcial, con una sentencia y condena fincada en el derecho internacional. Pero eso no fue así, lo mataron de una forma que indigna a los que todavía guardan un rastro del sentido de la justicia humana; bailaron con su cadáver y, podría decir que hasta bebieron de su sangre esos "valientes libertadores" teledirigidos por Washington y haciéndole el juego sucio a los "civilizados" europeos...Hoy el mundo, como nos recordaron hace un tiempo, es más "justo" y bueno, pues ha muerto un enemigo más de los "buenos".

viernes, 7 de octubre de 2011

Los grandes problemas nacionales


En 1909, el abogado, etnógrafo, historiador, agrarista de primera hora e "intelectual pueblerino formado por su propio esfuerzo", don Andrés Molina Enríquez, publicaba un libro profético que presagiaba la gesta revolucionaria de los múltiples Méxicos que se levantarían en armas para derrocar la dictadura vitalicia del gerontocrático Díaz: Los grandes problemas nacionales. En palabras más, palabras menos, la tesis central de ese libro que sirviera como de tea ardiente para los agraristas más radicales, ponía a la pobreza del campo y la concentración de la riqueza feudal, como mecanismos para una disrupción violenta del "orden y progreso" porfiriano. En estos tiempos "neoporfirianos" actuales, gobernados por una derecha merceneria a los intereses del Gran Capital y de los señores de la guerra, los grandes problemas nacionales siguen siendo la concentración desmedida de riqueza por un lado, y, por el otro, la violencia y la pobreza de las mayorías descalzas. Por eso es un deber ético pensar en un cambio de rumbo...

domingo, 18 de septiembre de 2011

Leyes mordazas jurídicas y leyes mordazas narcas: la libertad de expresión acorralada


La libertad de expresión, el libre uso del inalienable derecho que un individuo tiene a decir lo que piensa, a opinar de lo que sea, corre peligro en estos tiempos de oscuridad militarista, ahora por el conducto de criminalizar al "tuiteo" y facebooqueo" tipificándolo como "terrorismo equiparado" en los estados de Veracruz y Tabasco, aunque esta tentación por demonologizar el libre uso de las redes sociales se encuentre presente en entidades como Colima, Baja California, Campeche, Coahuila, Durango, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tlaxcala y Zacatecas donde, según Proceso 1820, "se han aprobado reformas a los códigos para tipificar el delito de terrorismo", equiparando la divulgación de información en redes sociales con el delito de "promoción del terrorismo" que en buena parte de los casos se castiga hasta con 30 años de cárcel. Los chivos expiatorios para este "control social" del autoritario gobernador priísta de Veracruz, Javier Duarte, que pretende sentar jurisprudencia oscurantista para escarmentar a los "rijosos" y alarmistas ciudadanos, han sido Gilberto Martínez Vera y María de Jesus Bravo Pagola, encerrados enla cárcel de Pacho Viejo, Jalapa, acusados de "terrorismo equiparado". Sin sustento jurídico -la libertad de expresión ampara constitucionalmente a los ciudadanos mexicanos de cualquier "ley mordaza" que los órganos del estado pretendan inculcar contra ellos-, lo cierto es que las intentonas oscurantistas de Duarte en Veracruz, y de Andrés Graniel Melo en Tabasco -el Congreso de Tabasco ha modificado el 312bis de su Código Penal para tipificar como delito punible hasta con seis años de cárcel "los avisos falsos o los rumores difundidos a través de llamadas telefónicas o redes sociales"-, de un tiempo antiguo donde el ancien regime autoritario priísta condicionaba a los movimientos sociales con su diazordacista delito de "disolución social", demuestra a la perfección que los tiempos militaristas han permeado en todas las estructuras políticas, siendo los feudos de los gobernadores priístas, panistas y perredistas, laboratorios sociales para convertir al ciudadano en un montacarga de los desmanes políticos, económicos, narcos y militares.

Lo cierto es que entre las leyes mordazas jurídicas de los políticos autoritarios como Duarte y Melo, y las leyes mordazas de las balas, muerte y tortura de los narcos, no existe mucha diferencia, pues ambas persiguen un fin específico: matar, acallándola con el miedo de sus códigos o ráfagas, la libertad de expresión de los ciudadanos.

En pocas palabras, podríamos decir que las propuestas "jurídicas" de los oscurantistas gobernadores priístas de Veracruz, Javier Duarte, quien es responsable del encarcelamiento de los twitteros María de Jesús Bravo Pagola y Gilberto Martínez Vera, porque estos han practicado el inalienable derecho de expresión; y Andrés Granier Melo, un cacaseno de la estirpe colonial priísta que ha secundado en su brutal a autoritarismo a Duarte, se asemejan al index de la Inquisición española exorcizando los libros "prohibidos" a sus morigerados feligreses.

Y sin embargo, la Constitución mexicana, tan vilipendiada, prostituida y escupida, defenestrada, en su artículo 6, estatuye que la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito, o perturbe el orden público. Y el séptimo Constitucional, establece que es "inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquiera materia. Ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura, ni exigir fianza a los autores o impresores, ni coartar la libertad

de imprenta, que no tiene más límites que el respeto a la vida privada, a la moral y a la paz pública".

Y el artículo 19 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, suscrito por México, indica que "Nadie podrá ser molestado a causa de sus opiniones, que "Toda persona tiene dere cho a la libertad de expresión; este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cual quier otro procedimiento de su elección".

Y sim embargo, las leyes, como dice el viejo adagio de los codigueros, se obedecen pero no se cumplen....

sábado, 27 de agosto de 2011

¡No hay puertas!


El horror es San Fernando por partida doble,

el horror son las narcofosas que abundan como los nopales en el norte,

tachoneando cada metro de sangre derramada, mutilada

El horror es esta pinche clase política interesada únicamente en su individualista carrera podrida de onanistas.

El horror es la inmensa cantidad de pobres que ha creado la valiente democracia de los asesinos de la democracia.

El horror es la indiferencia de la mayoría amordazada

Me dicen que el pecado del mexicano es el no comprometerse en nada,

¿pero cómo comprometerse en nada si la nada está comprometida con nosotros?

El horror son los granadazos de Morelia en 2008

El horror es el humo, el humo de mortaja matando a madres, a mujeres queriendo salir, clamando por librarse de la inútil muerte, buscando un resquicio, pero no hay resquicio alguno.

Tapiadas por la corrupción, el trafique de las influencias y la impunidad de ustedes, los asesinos de México, no hay ninguna puerta que se abra. Aunque golpeémos, restreguemos el coraje, no hay puertas, ninguna puerta que se abra.

Y el humo crece, el humo, el humo.

Es el humo de las incineraciones de las narcofosas,

El humo, el humo.

Es el humo de los 49 inocentes de ABC, el humo del Casino Royale, el humo de esta narcofosa inmensa apestando la vida, secuestrando las puertas.

No hay puertas, sólo humo, el humo...

miércoles, 24 de agosto de 2011

La cultura política de un pueblo del sur de Yucatán...o lo que es lo mismo, otro hongo del caciquismo izquierdista preporfiriano


La izquierda mexicana -ese ente paleolítico, no político, enamorado de los vicios del nacionalismo revolucionario como son el paternalismo, el patrimonialismo, el indigenismo que deja mocho a las culturas, la nimia fastuosidad de la simbología de lo popular y el mito obtuso de la "revolución"- es, en estos lares yucatecos, una izquierda fascista pringada con espiritualidad caciquil, y poca epidermis y barriga para recibir críticas "desde el café" proferidas en una biblioteca para cerebritos que no "conocen el terreno", o que no son "personas que se han adentrado a conocer los procesos sociales que ahí se desenvuelven". El que esto escribe, confiesa, es un opinador externo, pero no un idiota que desconoce el misérrimo terreno. Esto lo digo porque me parece fascinante que alguien que se dice de izquierda, salga con los estropicios de frases siguientes, lo cual demuestra el poco respeto, o nulo conocimiento, de los valores genuinos de la verdadera izquierda, como son el culto a la educación y a la cultura. En un pueblo más olvidado de donde proviene mi bolígrafo, se dejan oir estas frases preporfirianas del cacique perredista del ayuntamiento amarillo de ese pueblo con una cultura política distinta a la cultura política liberal, que da primacía al individuo:"Salen sobrando opiniones dadas desde el aire acondicionado", decía el cacique, "donde están sentandos los letrados que junto a su cafe y cigarro opinan cosas extraterrestres para ellos.." Y demostrando su vena fascista y populista, terminaba por decir: "He encontrado opiniones y lagrimas cuando reciben un apoyo en sus casas que muchos por anios no han recibido, totalmente diferentes al que se vierte por los doctores en letras y lecturas...amigos, mientras pudren sus cabezas de letras y opiniones efimeras, eres responsable como yo!".

Las enseñanzas leídas en estas sentencias propias de un Eclesiastés primitivo, son claras: ¡Alabanzas sí, críticas no!, lo cual demuestra el largo desnivel de cultura política que se tiene en los "muchos Méxicos" nuestros, pues no se puede pedir peras al olmo, ni cultura política moderna y liberal a un pueblo con tintes coloniales y dueño de una cultura política caciquil y preporfiriana donde los sentimientos de la tribu dichas por una sola voz autoritaria, priman por sobre las distintas voces de disidencia.

Sobre esta noción de cultura política, Roger Bartra, en un ensayo titulado Sonata etnográfica en no bemol, hacía la crítica a la antropología mexicana del siglo XX, debido a que ésta "se había convertido en el símbolo de una sociedad nacionalista y revolucionaria que recibía a la cultura indígena por la puerta principal (el museo), pero hacía pasar a los indios reales por la puerta de servicio para ser engullidos por la modernidad". La antropología mexicana del siglo XX, elemento instrumentalizador que sirvió como fuelle para la forja de la patria homogénea del Estado revolucionario, se basaba en la tesis de que "el Estado necesita del cadáver cultural del indio para alimentar el mito de la unidad nacional, y describía a las instituciones indigenistas oficiales como las agencias permanentes de las pompas fúnebres del indígena, velas perpétuas del cadáver del indio". Crítico acerbo de los derechos indígenas, Bartra afirmaba que, en plena inauguración de la democracia en el año 2000, un fantasma recorría, no latinoamérica, sino esa endeble democracia ayudado por los cerebros indigenistas de una izquierda premoderna mexicana: era el fantasma del indigenismo. Aunque Bartra, un tanto ingenuo, sostenía que después del triunfo de un partido de derecha en el 2000, había llegado la época de lo disímbolo, de la convivencia democrática, de la diversidad mexicana (lo cual no es así), también nos prevenía de una nueva mutación de la izquierda autoritaria mexicana posterior del fin de la época de la "Revolución" con mayusculas, y del desgastado discurso del nacionalismo revolucionario: la izquierda de los noventa, y la actual, que desconocía en los sesenta la presencia étnica, a partir de los setenta y ochenta comenzó a ver la fuerza motriz de las seculares demandas étnicas. Frente a los cambios democratizadores ocurridos en Occidente los últimos treinta años, en México, y en Yucatán sin duda, "amplios sectores de la izquierda no han digerido la nueva situación", decía Bartra, "y están auspiciando una restauración del viejo populismo mediante fuertes dosis de ideología indigenista". En el caso que comento, del pueblo del sur de Yucatán, se ha pasado de indigenismo autoritario, a caciquismo preporfiriano con fuertes dosis de fascismo oscurantista. En México, y en Yucatán sin duda, se da "el crecimiento de una izquierda reaccionaria y conservadora armada de una ideología indigenista populista". Y la clave de este proceso, indicaba Bartra, "se encuentra en la rehabilitación de un indigenismo acorazado de una cultura de la sangre que exalta las identidades, las patrias y la guerra revolucionaria". El indigenismo mexicano, piénsese en el que practican los indigenistas blancos, mestizos o propiamente indígenas, es un zombi, un cadáver viviente, una vieja cultura política del antiguo régimen que se niega a desaparecer, y se concretiza en acciones paternalistas, caciquiles, hacia los pueblos e individuos indígenas, como tal es el caso del pueblo con ayuntamiento perredista del sur de Yucatán. El indigenismo, o el nuevo neoindigenismo practicado tanto en instituciones académicas de corte "intercultural", o en un pueblos con estructuras de poder caciquil, o en la ideología fundamentalista de los voceros de las virtudes de la etnia,en realidad, "más que una alternativa" frente a la orfandad ideológica del fin de la etapa socialista y la entrada a la globalidad, "se trata", dice Bartra, "de un punto de vista que se ubica en el pasado tradicional y que legitima una reacción conservadora. En nombre de los usos, costumbres y valores de un pasado mítico se rechazan la amenazas globales de la modernidad occidental. El indigenismo suele evitar todo intento por buscar dentro de la globalización las posibles alternativas y prefiere reivindicar la conservación de costumbres supuestamente prehispánicas que en realidad son, casi todas, de origen colonial". Pero no todo es de origen colonial, no. Y lo más prehispánico que pueda haber, no es la lengua materna, no, sino la forma de ejercer el poder. Me refiero a la forma caciquil. Recordemos que la colonia se sustentó en el dominio indirecto de los españoles, efectuados a través de los caciques y curacas indios, que existían antes de la llegada de los barbudos, y que siguen existiendo actualmente en pueblos con culturas políticas premodernas y autoritarias, como es el caso del pueblo que refiero sin siquiera nombrarlo...Y me pregunto, ¿gobiernan de forma indirecta los catrines de Mérida en ese municipio perredista del sur profundo yucateco, como antiguamente en la colonia?

martes, 9 de agosto de 2011

¿De qué sirvió la Guerra de Castas?


En el día internacional de los pueblos indígenas...

¿De qué sirvió la Guerra de Castas en Yucatán? En 50 años hubo una autonomía, claro, ¿y después? Después.... De la economía de Yucatán que fue debastada por la insurrección, la Península sólo se recuperaría en el período henequenero, y lo que fue la región del "episodio azucarero", nunca jamás se recuperaría, ni aún en la bonanza del período del chicle, en los 20 y 30 del siglo XX. De esa pírrica autonomía maya (los rebeldes cruzoob dependían, para avituallarse de todo lo necesario, directamente de los tratos comerciales con los ingleses del otro lado del Hondo, así como de sus saqueos a la zona de frontera, que puso en zozobra a la línea "civilizatoria" que corría de Peto a Valladolid), el posicionamiento del Estado a lo largo del XX vendría a difuminarla. ¿De qué sirvió la Guerra de Castas? En casi nada, la pobreza y exclusión social de los mayas de Quintana Roo y del Yucatán actual, así lo establece. Después de que Bravo dejara el infierno quintanarroense, lo que es actualmente el estado de Quintana Roo comenzó a poblarse de turkos, de yucatecos...y vinieron los "nativistas" a decir: "nosotros somos ahora los amos del territorio". Vino el PRI, y se clientelizó a los supuestos herederos; llegó el turismo, y los mayas sirvieron como mano de obra barata y explotable hasta la actualidad. ¿De qué sirvió la Guerra de Castas? En casi nada, por no decir nada, si los mayas rebeldes, otrora gobernados por sí mismos, son gobernados por ya no digo mestizos, sino una clase, oligárquica, priísta, cozumeleña. ¿De qué sirvió la guerra de Castas?, si los mayas rebeldes, sus herederos, no cuentan con leyes indígenas creadas por ellos, sino con leyes "indigenistas" creadas en buffet jurídicos de Chetumal, y por abogados ladinos. En Quintana Roo, los derechos indígenas, ya lo dije una vez en una tesis, son pura ficción jurídica creada por una clase política autoritaria y paternalista (las dos leyes en materia indígena, fueron creadas en el periodo más autoritario de Quintana Roo, en el del Chueco Villanueva Madrid).

En la medianía del siglo XIX, esta insurrección no sólo indígena, fue una debacle para la economía yucateca de ese entonces...En la actualidad, lo que nos dejó la Guerra de Castas se divide entre movimientos políticos de reivindicación que no hacen mella a la sólida estructura racista de Quintana Roo, pasando por movimientos culturales (literarios, turísticos), fundamentalimos étnicos y estudios históricos desde la a priori defensa del "indio romantizado" a lo Rousseau (es decir, "el buen salvaje"), y se obvia que la guerra de castas, en una perspectiva de larga duración, benefició a casi nada a la etnia rebelde, y en mucho a la clase política "revolucionaria" (un anacronismo bastardo) que hoy todavía gobierna en Quintana Roo, legitimados, étnicamente, por sus dignatarios hechos a modo de los caciques mestizos de Felipe Carrillo Puerto y la clase política quintanarroense a nivel estatal...

Respuesta airada a un cavernícola seudoizquierdista


En el grupo de Facebook que el activista José Luis Sierra Villareal ha creado (LOS QUE IREMOS A LA CADENA DE LAS GLORIETAS) para que la ciudadanía meridana vaya a rodear el infamante paso deprimido para finales de septiembre próximo, un comentario siniestro de una especie de capitan Cavernícola de nombre "Mario Chirinos", un oligofrénico dizque "izquierdista clásico", vomitaba lo siguiente:

Lo siento compañeros, esty comprometido con la causa pero en este grupo ya hay demasiadas personas del PAN, y yo con la gente de ultraderecha ni a la esquina. Recuerden la derecha es incompatible con la democracia.


Uffff...Yo, que antes que nada me siento un demócrata a carta cabal, no tuve de otra que entrarle al quite de las respuestas diatribescas contra semejante engendro pejista, y escribí lo siguiente:


Me dan asco lo rojillos de internet que externan sus "virginidades" ideológicas a diestra y siniestra: "Yo, con ultraderechas, ni al cine, menos que me metan mano en mis cositas"..Por eso el PRI, en 2012, llegará al poder, porque imprácticos, ortodoxos, totalitarios e imbéciles dizque izquierdistas como este espécimen (¿izquierdista? tal vez, pero de una izquierda paleolítica) se dan baños de pureza de clase, de luchitas enfermas de clase, cuando lo que hacen unicamente es dividir, no sólo a la izquierda, sino a un espectro más amplio de la ciudadanía; y por otra parte, le dan pasto a raudales a los autoritarios, para que que estos últimos (ellos sí de derechas, ¡a huevo que de derechas son los autoritarios priístas!) consoliden el robo descarado a la nación, etc, etc...Lo que dice este enfermo de la izquierda paleolítica, es, palabras más palabras menos, lo siguiente: "Yo con la gente de derecha, no acostumbro que me den por detroit, aunque me gusta el sadomasoquismo entre "primero los pobres", etc, etc...Ufff....


Y un segundo comentario diatribesco, salido de mi teclado con olor a pólvora y atabales de guerra no hace unos minutos, fue el siguiente:


"Este Chirinos es un imbecilillo tontillo lectorillo de diarillos mierdocillos como el Porestillo...Estoy seguro que de ahí saca sus frasecillas loquillas mamoncillas, baratijas pendejillas...¿Qué va a saber ese idiota de ciencia política? ¿Ha leído a Marx o a su amá?"

Entiendan de una buena vez, autoritarios de ambos lados (pejistas y marranos priístas a ultranza), en la defensa ciudadana del Moviento del Paso Deprimido y el 4J, como señala José Luis Sierra "hemos estado un titipuchal de hombres y mujeres de izquierda, unos militantes de grupos o partidos, otros, francotiradores, pero EN NINGÚN MOMENTO nos hemos preocupado por destacar o ser protagonistas, pwro tampoco nos hemos preocupado por el color, el olor o el número de "los otros". Se trata de jalar y de empujar en aquello que coincidimos".

sábado, 6 de agosto de 2011

Notas sobre los Manuscritos Económicos Filosóficos (1844), de Karl Marx.


“Hasta ahora, los filósofos han tratado solamente de interpretar el mundo, pero la verdadera tarea es la de cambiarlo”.

“Si el hombre es formado por las circunstancias, entonces es necesario formar a las circunstancias humanamente”.

“Ser radical es llegar a la esencia de las cosas. Para el ser humano, la esencia de las cosas es el ser humano mismo”. Para una crítica de la filosofía del derecho de Hegel.

Primer Manuscrito…EL SALARIO

1.- ¿Cómo se determina el salario en el sistema capitalista, y cómo son las relaciones entre el obrero y el capitalista?

R: El salario, según Marx, “Se determina por la lucha antagónica entre capitalista y obrero. El triunfo corresponde necesariamente al capitalista. El capitalista puede vivir mucho más tiempo sin el obrero, que este último sin aquel”. Las agrupaciones entre capitalistas son corrientes y efectivas; las de los obreros están prohibidas y les acarrean dolorosas consecuencias”[1].

Capital

Propiedad de la tierra

Trabajo

División

Al no poseer ni la renta de la tierra, ni el capital, más que su fuerza de trabajo, que se da con una gran intensidad competitiva entre los obreros, estos son los que salen únicamente perjudicados frente a los capitalistas y los dueños de la tierra, “fatal para el obrero...”

2.- ¿Cómo conceptuaba Marx el salario que los capitalistas preveían para “la raza de los obreros”, los forzosos costos de producción del capital? R: “La más baja y la única escala de salario necesaria es la que provee para la subsistencia del obrero durante su trabajo y tanto más cuanto sea necesario para que mantenga a su familia y para que no desaparezca la raza de los obreros”. El salario ordinario que perciben los obreros, les otorga una “Existencia de bestia”.

Una Mercancía en las fluctuaciones del mercado.- El obrero, en los vaivenes de la oferta y la demanda que estatuye el mercado, se convierte en una simple mercancía. Su vida, es decir, su trabajo, es una mercancía “que depende de los caprichos del rico y del capitalista”.

3.- El obrero no gana necesariamente cuando gana el capitalista, pero siempre pierde si pierde el capitalista.

Lo que hacen (a veces riquezas inmensas) no va en proporción de los magros salarios devengados: “El obrero está en desventaja a otro respecto: los salarios de obreros de diversas ramas ofrecen diferencias mucho más notables que los beneficios obtenidos”.

Capital y oposición del objeto del trabajo del objeto: El capital es trabajo acumulado (por el obrero), trabajo que es arrebatado por el capitalista…y así, se le opone como propiedad de otra persona…

División del trabajo: Implica mayor producción, es decir, mayor capital y la consecuente mecanización del obrero y la competencia salvaje entre la raza obrera, y entre éstos y las propias máquinas…impelido a ser un hombre máquina (por la división creciente del trabajo), una actividad abstracta productiva, un estómago aherrojado por las fluctuaciones del mercado y por los caprichos del rico…

¿Qué dice la Economía política, es decir Smith?

a) Que el producto íntegro del trabajo pertenece al obrero. Es decir, salario para que no se muera de hambre, para que no desaparezca, para que subsista mientras sea útil, es decir, obrero. El hombre como tal no le interesa a los fríos teóricos del capitalismo.

b) “Mientras que el interés del obrero, según la economía política, nunca se opone a la sociedad, la sociedad siempre y necesariamente se opone al interés del obrero”.

c) “En teoría, la renta del suelo y la ganancia del capital son deducciones sacadas de los salarios. En el hecho, sin embargo, los salarios constituyen una deducción que la tierra y el capital permiten que vaya a las manos del obrero, una concesión del producto del trabajo a los trabajadores, al trabajo”.

Decadencia o etapa de progreso, el obrero siempre se encuentra jodido frente al avaro capitalista.

e) Para la Economía política, el proletariado es sólo el obrero que labora.

Crítica del capitalismo (industrialismo galopante, condiciones laborales infrahumanas) de mediados del siglo XIX.- “No se ha considerado…la enorme diferencia que existe entre hombres que trabajan con las máquinas, o como máquinas (Cita Marx a Wilhelm Schulz)”.

«El llamado de Lord Brougham a los obreros (‘¡Convertíos en capitalistas!’) ... Lo malo es que millones de seres humanos apenas pueden ganar lo suficiente para cubrir su propia pitanza con un trabajo agotador que les destroza el cuerpo y los lisia moral e intelectualmente; que aún se ven obligados a considerar la desgracia de hallar un trabajo así como un golpe de la buena suerte» (Ibid.).

«Un orden económico de esta naturaleza condena a los hombres a ocupaciones, tan bajas, a una degradación tan devastadora y cruel que por comparación el estado de salvajismo parece una condición regia» (Ibid.). «Prostitución d las clases desposeídas en todas sus formas» (Ibid). «Hombres harapientos.»

“Los grandes talleres prefieren comprar el trabajo de mujeres y niños porque éste cuesta menos que el de los hombres (Ibid.). ‘De ningún modo está el trabajador vis a vis al que lo emplea, como un vendedor libre... Siempre el capitalista tiene libertad de emplear o no trabajo, pero el obrero está siempre obligado a venderlo. Se destruye por completo el valor del trabajo si no es vendido a cada instante. El trabajo no puede ser acumulado ni aun ahorrado, a diferencia de la verdadera mercancía. El trabajo es vida y si esta vida no es cotidianamente convertida en alimentos, sufre y perece prontamente”.

La industria capitalista: una “Guerra” asaetada por la competencia

“Hasta el presente, la industria ha estado en estado de guerra; una guerra de conquista: ‘Ha disipado la vida de los hombres que formaron sus filas con la misma indiferencia de los grandes conquistadores. Su propósito era la obtención de riquezas, no la felicidad de los hombres’ (Burct, Ibid., p. 20). ‘Estos intereses (intereses económicos), librados a sí mismos... deben entrar necesariamente en conflicto; no les queda otro arbitrio que la guerra, y las decisiones bélicas (ajustes estructurales, diríamos en jerga moderna) asignan la derrota y la muerte para algunos, para que otros obtengan la victoria… En el conflicto de fuerzas opuestas la ciencia busca el orden y el equilibrio: la guerra perpetua, de acuerdo con ella, es el único medio de conseguir la paz; la tal guerra se llama competencia’ (Ibid., p. 193)”.

Esta Guerra mercantil, obviamente, necesita de su infantería, la gran muchedumbre de los desposeídos, el “Ejército de reserva” del capitalismo”, espoleados por el hambre, para escapar a “la dura necesidad del hambre”. Las grandes bajas son simples estadísticas que se pueden reponer. Son instrumentos de la producción indiferenciados. Sin el reino de la necesidad, es

El trabajo enajenado.

“Los únicos agentes que la economía política pone en actividad son la codicia y la guerra entre los codiciosos, la competencia”.

La depauperización del productor: “Nosotros partimos de un hecho económico actual: El obrero es más pobre cuanta más riqueza produce, cuanto más crece su producción en potencia y en volumen. El trabajador se convierte en una mercancía tanto más barata cuantas más mercancías produce. La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas. El trabajo no sólo produce mercancías; se produce también a sí mismo y al obrero como mercancía, y justamente en la proporción en que produce mercancías en general”.

La extrañeza y servidumbre ante el producto, desrealización del trabajador

“Este hecho, por lo demás, expresa: el objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a él como un ser extraño, como un poder independiente del productor. El producto del trabajo es el trabajo que se ha fijado en un objeto, que se ha hecho cosa; el producto de la objetivación del trabajo. La realización del trabajo es su objetivación. Esta realización del trabajo aparece en el estadio de la economía política como desrealización del trabajador, la objetivación como pérdida del objeto y servidumbre a él, la apropiación como extrañamiento, como enajenación”.

El trabajador está relacionado al producto de su trabajo como un objeto extraño.

Símil con la religión: el enfrentamiento con el objeto.

Lo mismo ocurre en la religión. Cuanto más pone en Dios, menos retiene el hombre para sí. El obrero pone su vida en el objeto; pero desde entonces su vida ya no le pertenece a él, sino al objeto; mientras mayor es su actividad, mayor es la falta de objetos del obrero. Cuanto mayor sea el producto de su trabajo, él no lo es. Por consiguiente, mientras mayor es su producto, menos es él mismo. La alienación del obrero en su producto significa no sólo que su trabajo se convierte en objeto, existencia externa, sino que existe fuera de él, independientemente como algo extraño a él, que se convierte en poder en sí mismo al enfrentarlo, significa que la vida que ha conferido en el objeto se le opone corno algo hostil y ajeno”.

Enajenación del Trabajo /huir del trabajo como la peste.

¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo?

Primero, en que el trabajo es externo al trabajador, es decir no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las más apremiantes necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste.

Autoenajenación.- Consiste en que la propia vida del obrero se vuelve contra él, que no depende de él ni que tampoco le pertenece.

Producción práctica de un mundo objetivo (elaboración de la naturaleza inorgánica): el trabajo, es el ser genérico del hombre.

Con el Trabajo enajenado:

a) Hace del ser genérico del hombre, tanto de la naturaleza como de sus facultades espirituales genéricas, un ser ajeno para él, un medio de existencia individual. Hace extraños al hombre su propio cuerpo, la naturaleza fuera de él, su esencia espiritual, su esencia humana.

b) Una consecuencia inmediata del hecho de estar enajenado el hombre del producto de su trabajo, de actividad vital, de su ser genérico, es la enajenación del hombre respecto del hombre. Si el hombre enfrenta consigo mismo, se enfrenta también al oro. Lo que es válido respecto de la relación de hombre.

De ahí que dentro de la relación del trabajo enajenado cada hombre considera al otro de acuerdo al nivel y posición en que se encuentra consigo mismo corno trabajador. (En que posición de la escala productiva te encuentras).

La relación con el otro fuera del trabajo, el no obrero: La propiedad privada como causa del trabajo enajenado.

La solución no es la subida o paridad de los salarios, sino su supresión: “El salario es una consecuencia directa del trabajo enajenado y el trabajo enajenado es la causa directa de la propiedad privada. Abolir un aspecto debe significar necesariamente abolir el otro”.

La relación de la Propiedad Privada con el trabajo

La diferencia entre capital y tierra, entre ganancia y renta de la tierra, así como la de ambas con el salario; la diferencia entre la industria y la agricultura, propiedad privada mueble e inmueble, es una diferencia histórica no fundada en la esencia de las cosas; la fijación de un momento de la formación y el origen de la oposición entre capital y trabajo. En la industria, etcétera, en oposición a la propiedad inmobiliaria, sólo se ex- presa el modo de nacimiento y la oposición en la que se ha formado la industria con relación a la agricultura. Esta diferencia sólo subsiste como un tipo especial de trabajo, como una diferencia esencial, importante, vital, mientras que la industria (la vida urbana) se forma frente a la propiedad rural (la vida aristocrática feudal) y lleva aún en sí misma el carácter feudal de su contrario en la forma del monopolio, el gremio, la corporación, etcétera, dentro de cuyas determinaciones el trabajo tiene aún una aparente significación social, tiene aún el significado de la comunidad real, no ha progresado aún hasta la indiferencia respecto del propio contenido, hasta el pleno ser para sí mismo, es decir, hasta la abstracción de todo otro ser, y por ello no ha llegado aún a capital liberado.

“Del curso real del proceso de desarrollo (intercalar aquí) se deduce el triunfo necesario del capitalista, es decir, de la propiedad privada ilustrada sobre la no, ilustrada, bastarda, sobre el terrateniente, de la misma forma que, en general, ha de vencer el movimiento a la inmovilidad, la vileza franca y consciente de sí misma a la escondida e inconsciente, la codicia a la avidez de placeres, el egoísmo declarado, incansable y experimentado de la ilustración, al egoísmo local, simple, perezoso y fanático de la superstición; como el dinero ha de vencer a todas las otras formas de la propiedad privada”.

TERCER MANUSCRITO…

LA PROPIEDAD PRIVADA Y EL TRABAJO

¿Qué es la economía política?

“Bajo la apariencia de reconocer al hombre, la Economía Política —cuyo principio es el trabajo— no es más que la implementación estable de la negación del hombre, ya que el hombre mismo ya no está en relación externa de tensión con la cualidad externa de la propiedad privada, sino que se ha convertido en la tensa esencia de la propiedad privada. Lo que antes fue ser externo a sí mismo —exteriorización del hombre en la cosa— sólo ha llegado a ser el acto de exteriorización: el proceso de enajenación”.

La economía política (considerada como producto de la energía real y del movimiento real de la P.P) establece que dentro de la propiedad privada está la naturaleza subjetiva de la riqueza…idólatras, fetichistas, católicos. /los que consideran la naturaleza subjetiva de la riqueza dentro de la propiedad privada

La naturaleza subjetiva de la propiedad privada es el trabajo??

En la Economía política “La riqueza es eliminada como algo exterior al hombre e independiente de él como algo que debe tenerse y afirmarse de manera externa; es decir, esta objetividad externa mecánica de la riqueza es eliminada; con la P.P se incorpora al hombre mismo y con el hombre es reconocida como su fundamento”. Pero el hombre, dice Marx, es determinado por la P.P.

Concepto del hombre

Pone la Economía política a la P.P como esencia del hombre…

La Economía Política desarrolla una energía cosmopolita, universal, que elimina toda traba, restricción y limitación hasta llegar a proclamarse la única política, la sola universalidad, el único límite y la única limitación”.

Los fisiócratas.- “La teoría fisiocrática del Dr. Quesnay es la transición del sistema mercantilista a Adam Smith. La fisiocracia es la disolución directa de la propiedad feudal en economía política, pero es justamente su metamorfosis y restauración en economía política, salvo que ahora su lenguaje ya no es feudal sino económico. Toda riqueza se resuelve en tierra y cultivo (agricultura). La tierra no es aún capital: todavía es un modo particular de su existencia, cuya validez se supone que reside en y deriva de su peculiaridad natural”.

La propiedad privada y el Comunismo

Tipos de Comunismo

1).- El comunismo (en la primera superación positiva de la P.P) es el “comunismo grosero”: una simple forma en que se revela la vileza de la P.P (en Propiedad Colectiva, la colectivización de la mujer, sujeto de propiedad colectivo y común) que desea erigirse en comunidad positiva. Una generalización y consumación de la P.P

2).- El C. todavía de naturaleza política: a) democrático o despótico; b) con la superación del Estado, aún incompleto y todavía afectado por la propiedad.

3).- El Comunismo verdadero: Como superación positiva de la propiedad privada, como autoenajenación humana, como auténtica apropiación de la concreticidad humana y para el hombre. Es un humanismo

Porque un retorno completo (pleno) y realizado del hombre como un ser social (humano) “es la solución genuina del conflicto entre el hombre y la naturaleza y entre el hombre y el hombre: la verdadera resolución de la lucha entre confirmación, entre la libertad y la necesidad, entre el individuo y la especie. El comunismo es el enigma resuelto de la historia, y sabe que él es la solución”.

Historia como el devenir del Comunismo.- “toda la historia es, por tanto, el hecho real de su génesis (el origen de su existencia empírica como su conciencia racional: es el proceso aprehendido y conocido de su devenir”.

Supresión de la Propiedad Privada

Propiedad Privada.- Para Marx, es “El reflejo sensorial, material de la vida humana material enajenada”.

Por tanto, la Supresión positiva de la P. P, debe ser vista como la apropiación de la vida humana, es la supresión positiva de toda enajenación, es la evaluación del hombre a su modo humano social de existencia. Con ella se humaniza el objeto.

El sentido del tener.- Los sentidos físicos y mentales “han sido sustituidos por el simple enajenamiento de todos estos sentidos: el sentido del tener”.

Crítica de la Filosofía y Dialécticas Hegelianas en general

¿En qué estamos frente a la dialéctica hegeliana? Marx critica a los modernos críticos alemanes (Straus y Bruno Bauer), que se encuentran dentro de los confines de la lógica hegeliana.

Jóvenes hegelianos (la derecha hegeliana).- Un idealismo moribundo socapa de crítica.

Feurbach.- El único que tiene una actitud seria, crítica respecto a la dialéctica hegeliana y el único que ha hecho descubrimientos genuinos en este aspecto”.

El gran aporte de Feuerbach consiste en:

1) Dar la prueba de que la filosofía no es sino la religión expresada en pensamientos y racionalmente expuesta, y que por tanto ha de ser igualmente condenada como otra forma y manera de existencia de la enajenación del hombre.

2) Haber establecido el verdadero materialismo y la verdadera ciencia, ya que Feuerbach también hace la relación social «del hombre al hombre» el principio básico de la teoría.

3) Su oposición a la negación de la negación, que afirma ser lo positivo absoluto, lo positivo que se afirma a sí mismo, lo positivo fundado en sí mismo

Dialéctica Hegeliana, según Feuerbach:

Feuerbach explica la dialéctica hegeliana (fundamentando la premisa de lo positivo, de la certeza sensorial)

“La humanidad de la naturaleza producida por la historia —la humanidad de los productos del hombre—, aparece en forma de productos del pensamiento abstracto y como tales, fases del espíritu: entidades pensadas”.

Posición de Hegel ante la economía

“La posición de Hegel es la de la moderna economía política. Considera el trabajo como el ser del hombre, como ser del hombre en el acto de verificarse a sí mismo; sólo ve el aspecto positivo del trabajo, no el negativo. El trabajo es el devenir para sí del hombre dentro de la enajenación como hombre enajenado. El único trabajo que Hegel conoce y reconoce es el intelectual abstracto. Por tanto, aquello que constituye el fundamento de la filosofía, la enajenación del hombre al conocerse, o ciencia enajenada que se piensa, Hegel lo reconoce como su fundamento y puede, frente a la filosofía precedente reunir sus elementos y fases dispersos, y presentar esta filosofía como la filosofía”.

Destacado en Hegel (154).- La dialéctica de la negación como principio dinámico y generación-: concebido como la autogénesis del hombre. Superación de la enajenación

(El hombre enajenado de sí mismo es también el pensador enajenado de su naturaleza, es decir, de entidad natural y humana. Sus pensamientos son por tanto formas mentales fijas o fantasmas que existen fuera de la naturaleza y del hombre”.


[1] Léase como el delito de los obreros para unirse por sus intereses, la incriminación del sindicalismo, que fue uno de los logros de las tesis marxistas y marxianas...

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