Frente a las interpretaciones que establecen un sentido preciso de la historia –hecha desde la “alta política”, sin darle un sentido a las respuestas, adaptaciones, plasticidades y negociaciones de las clases subalternas en relación con el Estado-, trabajos postrevisionistas como el de Florencia Mallon abogan por la “baja política” cuando establecen que “los campesinos y otros subalternos jugaron un papel central en las luchas políticas que llevaron a la formación de los estados naciones” . Sin la insurrección de las distintas revoluciones cam-pesinas de 1910-1920, la cuestión agraria tal vez no hubiera tenido el impulso que presentó a partir de 1917.
***Y para el caso de la cuestión agraria en la segunda parte del siglo XIX en Yucatán, podríamos establecer lo siguiente: sin la autonomía sostenida por las armas de los rebeldes del oriente de la Península, cincelando la frontera yucateca mediante sus reiteradas incursiones a los pueblos yucatecos, la lógica acaparadora de tierras iniciada antes de 1847, tal vez hubiera seguido su curso y dificultado la existencia de la comunidad campesina milpera. Esto no fue de este modo por el hecho de que los rebeldes posibilitaron la existencia de la comunidad campesina en la región sur (partido de Peto).
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