lunes, 25 de enero de 2010

No estoy dado a contemplar el alba


Te confieso que no traigo en mis alforjas
grandes ideas grandes hazañas
o pesares dignos de un dolor ensimismado.
Sólo horas mustias de utopías por hacer.

Sé que te molesta que te escriba
Te digo que el fin de mi escritura es pensar
que han muerto los pájaros en las avenidas lluviosas
de tus manos

Llamo la vida como se merece
nube de marzo en medio de tus olas
rima corta de versos que te extrañan

No estoy dado a contemplar el alba
la vivo la palpo me recuesto junto a sus senos
olorosos a trigales
a crisantemos y azahares

A veces pienso que la luna
está pintada con tu nombre
tu nombre que es más real que tu misma
Te lo cuento a tí para que creas
que el agua es el alma de las cosas
y tú eres como el mar
inmenso ponto de soledad desierta

Cuento las cosas de este mundo
me parece patética la noche
sin el infinito rostro de aquellas,
tus hermanas,
las estrellas.

A lo lejos ellos dicen que muere el mar pero no es cierto
El mar eres tú,
tú eres el mar que yo conozco.

1 comentario:

Anónimo dijo...

saludos primo, muy interesante tu blog. sigue adelente.

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