viernes, 27 de abril de 2012

Máximo Sabido Ávila (1910-1995)

Un cronista puede hacer demasiadas cosas con su recuerdo propio, y con el recuerdo de la colectivad. "Mis memorias de Peto", de don Máximo Sabido Ávila (1910-1995) son casi exactas, amenas y puntuales a los hechos que me dicen los documentos de archivo. Valiéndose del recuerdo solamente, de la memoria colectiva pueblerina, y de su archivo personal (¿cómo este historiador puede recurrir a consultar dicho archivo del finado cronista?), al hablar de la rebelión de Elías Rivero, don "Maco" narra la forma peculiar como este platero se les unió a los alzados sureños:
"Los rebeldes, reunidos más tarde en el corazón de esta Villa, en el cruzamiento de las calles 30 y 33, hablaban de saquear el comercio para obtener provisiones indispensables cuando se les presentó Elías Rivero, vecino de la población y Maestro en platería, quien pidió se le aceptara como participante en la revuelta. Pese al aspecto inconveniente que presentaba, pero por el hecho de haber tenido en su taller de platería a Faustino Torres, no sólo fue admitido como correligionario sino que se le confirió el mando de las operaciones".
Es un hecho que la rebelión de Rivero (marzo 3 de 1911) fue un motín infructuoso, pero podríamos argüir la hipótesis de que, en el itinerario de los 30 alzados petuleños que se levantaron impulsados por el pinismo (seguidores del candidato a la gubernatura yucateca en ese entonces, José María Pino Suárez) para decir "ya se acabaron esos tiempos" al secretario de la jefatura política de ese entonces, Fernando Sosa (apreciación del historiador), o de "¡Viva la libertad! ¡Mueran la dictadura!, ¡Mueran los negreros de la Administración! (apreciación del cronista), al tomar el rumbo de las tres haciendas principales del partido de Peto a principios del siglo XX, mismas que se encontraban hacia el sur rumbo a lo que actualmente es el camino hacia Chetumal (hacienda Santa Rosa, del "doctor" José Pérez Gálvez, y posteriormente de Miguel Medina Ayora; hacienda Dziuché y Hobompich de Raimundo Cámara Luján; hacienda Catmís del "Yngenio Catmís Sociedad Agrícola" de los Cirerol), los rebeldes, comandados por el orfebre de la platería, Elías Rivero, tal vez tenían como objetivo lo que don Maco escribe en sus memorias: con sus acciones guerrilleras intentaron liberar a los acasillados de esas fincas, forzarlos a engrosar las esmirriadas filas de los sublevados, y obtener víveres y pertrechos para sus acciones guerrilleras en los montes y soledades de la intrincada manigua sureña de Yucatán (los rebelde petuleños, por cierto, no se fueron a saquear la finca Aranjuez de don Nicolás Borges, de escaso valor para ese entonces, según una hipoteca de dicha finca del año de 1906, valuada en $ 8,000 pesos. Comparadas con las valuaciones en dólares de las hipotecas Santa Rosa o Dziuché, la riqueza de la hacienda Aranjuez era mínima). Lo bueno de los "notables" de pueblo, es su registro de los hechos de su solar paterno: don Maco viene de una tradición de escribanos, de "intelectuales" pueblerinos desde la segunda mitad del siglo XIX, por lo tanto, tuvo ante sí a una tradición de intelectuales de pueblo que vivió los hechos más importantes de la Villa: la guerra de castas, las incursiones de los rebeldes cruzoob a la Villa durante buena parte de la segunda mitad del siglo XIX, el segundo Imperio y los "papelitos" que aparecieron en calles de la Villa diciendo mueras a Juárez, los sucesivos años del hambre y los años malditos de la langosta en la década delos ochenta del siglo XIX, los trapiches y el azúcar decimonónicos, el Porfiriato, los años de las haciendas al sur del partido de Peto (Santa Rosa, Hobompich, Catmís, Dziuché), los años revolucionarios y la revuelta de Elías Rivero, la reforma agraria y la dotación de tierras a campesinos lugareños, el periodo del chicle, la llegada de Lázaro Cárdenas, las nuevas dotaciones de tierra a los campesinos y el engrandecimiento del fundo legal de la Villa en los años setenta del siglo XX, el "auge" imaginario de Justicia Social y el vuelco de los petuleños hacia Estados Unidos a principios de los ochenta. Los principales de los pueblos, como nos lo ha recordado Florencia Mallon en su monumental libro Campesino y nación. La construcción de México y Perú poscoloniales (2003), eran los que en el siglo XIX encabezaron los “procesos de transformación discursiva”: “En los pueblos, los intelectuales locales eran aquellos que intentaban reproducir y rearticular la historia y las memorias locales, y conectar los discursos locales de identidad comunal a los cambiantes proyectos de poder, solidaridad y consenso..sabían mediar con el exterior y supervisar los procesos hegemónicos comunales, organizando y moldeando los diferentes niveles de diálogo y conflicto comunal, hasta llegar a un consenso legítimo” (Mallon, 2003: 95). El hecho de que siendo los intelectuales pueblerinos los que recuerden, los que apunten, los que archiven y los que hagan sus memorias del pueblo, facilita un diálogo con los trabajos y los afanes del historiador, valido este último de sus fuentes primarias y secundarias solamente.

domingo, 22 de abril de 2012

Las campanas de Dzonotchel y el aspecto negro de Crescencio Poot

En la declaración de la prisionera Mónica May, que se logró fugar de las huestes de los mayas rebeldes del Oriente de la Península en el año de 1874, se saca en conclusión de que, al parecer, las campanas de la iglesia de Chan Santa Cruz fueron conseguidas en el para ese entonces, derruido pueblo de Dzonotchel, punto desértico del partido de Peto por las constantes arremetidas de los sublevados hijos de la Cruz Parlante a los ranchos, sitios y pueblos de la Villa, siendo desclavadas del campanario de la pequeña iglesia del lugar. Al dirigente de los sublevados, el caudillo Crescencio Poot, al parecer le gustaron dichas campanas para su nueva catedral que construía en medio de la selva del Oriente a base de mano esclava que conseguía en los distintos pueblos, ranchos y sitios de la frontera yucateca con los rebeldes, misma que corría de Peto a Valladolid. En sus declaraciones, Mónica May hace un retrato de la fisonomía de Poot, interesante porque lo pinta como negro (se cuenta que también Bonifacio Novelo tenía un aspecto negroide). A continuación, transcribo dos documentos del caso:
Documento 1: Juan Casbo comunica al Gobernador la noticia de las invasiones que sufrieron las comunidades del partido de Peto por sublevados. Declaración de Mónica May que fue prisionera de los indios
Foja 1. “Acompaño á V. un extracto de la declaración de Mónica May que fue prisionera de los indios invasores, que se vino a presentar y ha sido interrogada por esta Comandancia. Como se ve por el número y demás circunstancias, parece que en efecto han sido los indios orientales los que han invadido esta demarcación y no los de las cercanías de que hablé en mi comunicado de 28 del pasado. Me hizo incurrir en este error […] debe de su ataque y su pronta retirada cebándose tan solo en tres ranchos de mismo individuo; lo que me parecía un acto de venganza de alguno o algunos criados prófugos que han tomado en rumbo de ChanKan. El retrato que hace la declarante del Jefe Poot coincide perfectamente con las noticias que aquí se tienen del aspecto físico de dicho caudillo. Luego el camino que tomaron desde Dzonotchel, al continuar su retirada, indica que se dirigieron al Oriente y no a la referida legua porque en este caso habrían tomado el camino de Petulillo que han dejado a su derecha. Yndependencia y Lib. Peto, Agosto 1º de 1874. Juan Casbó. C. Gobernador del Estado Mérida.
Documento 2. Declaración de Mónica May
A las siete de la noche del 28 de Junio pasado se me presentó Mónica May dando la declaración siguiente: Que como á las nueve de la noche del 28 del propio mes de junio la tomaron los indios sublevados en la hacienda Kancabchen, una legua hacia el N.E de esta Villa, con tres hermanitos, y dos sobrinos, niños todos desde la edad de dos años hasta la de catorce. Que ni a ella ni a los niños les hicieron ningún mal, pero vió que á su padre le infligieron multitud de heridas: que la llevaron consigo y la casaron con un individuo llamado González, y que este le informó que procedían del oriente y que su jefe se llama Cresencio Poot. Que el aspecto de este Jefe es de ser ya viejo corpulento y de color casi negro. Que hay además otro jefe joven de color más claro cuyo nombre no llegó a saber. Que vió entre ellos una persona que le es conocida por ser de aquí de Peto pero que no puede recordar su nombre, que es mestizo que fue soldado de aquí y que preguntaba por varias personas de la población. Que vio además entre ellos otras dos personas conocidas llamadas Pedro Mis y Pedro Che sirvientes prófugos de la misma hacienda Kancabchen cuando era de propiedad de D. Vicente Escalante. También vino con ellos, y lo reconoció muy bien, Florentino Tox cuyo padre y hermanos fueron asesinados en octubre del año pasado por los que invadieron Zonotchel llevándose a él prisionero, pero que él venía sirviéndoles de guía armado y completamente libre, lo mismo que los dos de que acaba de hablar anteriormente. Según la extensión que ocupaban las fuerzas de dos en fondo se puede calcular su número á doscientos hombres, lo cual es conforme con el rastro observado por el ciudadano capitán Montalvo. Que los más tenían bayonetas aunque sin cubiertas, todos con cartuchos y buenas armas de munición. Que se detuvieron en su retirada como cuatro, ó cinco horas en Zonotchel llevándose las campanas de la iglesia que aún existían allí. Continuaron su marcha hasta pernoctar en un pozo llamado Santa Cruz dos leguas de Zonotchel. Que allí es donde pudo fugarse en la madrugada aprovechando los momentos de que estaban distraídos en los preparativos de marcha: Lo que tengo el honor de comunicar a U. para su superior conocimiento. Yndependencia y Libertad Peto Agosto 10 de 1874. Sabino Piña.
Fuentes: Documento 1: Fondo: Poder Ejecutivo. Sección Comandancia de las colonias militares del Sur. Serie: Milicia. Fecha inicial 01/08/1874. Caja 311, vol. 261, exp. 54. Documento 2: Fondo: Poder Ejecutivo. Sección: Jefatura política del partido de Peto. Serie: Correspondencia oficial.Fecha inicial: 11/06/1874. Caja 310, vol. 260, exp. 86, fojas 6.

jueves, 19 de abril de 2012

La generación del Blackberry, o del regreso a la barbarie

Voy a escribir un artículo sobre la imbecilidad política e imbecilidad autoritaria de los ninis veintiañeros, ya que gracias a ellos regresará la barbarie priísta por sus fueros televisivos...Dice Antonio Plascencia, dando en el clavo a una idea que tenía en el teclado, que "los que votamos por 1 vez en el 2000 (generacion 80's), logramos que el PRI deje de administrar pésimamente nuestros impuestos e ingresos. Los que votarán por primera vez este año (generacion 90´s) lograran que regrese. Y son por cierto los que no saben ni leer, ni matematicas, ni ciencias...." Son los Ninis, los hijos de nadie, los disléxicos, los nihilistas hechos mierda por su sonsera tecnológica, la generación del Blackberry incrustado en el culo animalesco, los enanos mentales, los reaccionarios porque no conocen la historia de Partido único y las triquiñuelas y las enfermedades del poder autoritario, los lerdos por tanta des-educación del SNTE, los que creen que la "democracia" sólo representa violencia, militarismo, panismo, foxismo, bobismo y otras enfermedades políticas de los últimos 12 años... No, las luchas democráticas no son ni Fox, ni el panismo, ni el calderonismo, ni el obradorismo: las luchas democráticas mexicanas son de larga duración con personajes y personas disímbolas, con movimientos sociales distintos, con hitos definitivos, como la irrupción festiva de la generación revolucionaria del 68, como la presencia infranqueable de la sociedad civil en el 85, como el Frente Democrático Nacional del 88, que hizo pedazos haciendo caer el Sistema de Partido Único, como las luchas intelectuales de un José Revueltas, de un Paz, como el amanecer del 1 de enero de 1994, cuando los hijos de la noche recordaron al México salinista que nunca más un México sin ellos, para acto seguido declararle la guerra a la dictadura priísta...La democracia es eso, y es más: es la muerte del Charras, muerto por los esbirros de la dictadura, son las luchas de Heberto Padilla, son las miles de luchas cotidianas de los que no formaron parte de la mascarada dictatorial del PRI y su basura institucional...La democracia no es, ni por equívoco, estos últimos 12 años de muerte y violencia que vivimos desde 2000 a la fecha...Pero eso, eso ni por error se les ocurre a los ninis de la generación del blackberry...

jueves, 12 de abril de 2012

El PRD yucateco y las bolsas de carne

El PRD yucateco nos ha dado una muestra más de su tremenda irrealidad como partido político en la Península. Ahora, a las broncas de la cúpula meridana, se anexa lo GROTESCO que puede significar una situación de cacicazgo populista en uno de los dos que tres municipios gobernados por ese partido de mafiosos y truhanes que "se dicen" de "izquierda" los muy priístas: Tadhziu, un municipio sureño, al que nadie lo saca de la pobreza y la estupidez de sus dirigentes pueblerinos (sean de cualquier partido que sea), resulta un municipio donde lo GROTESCO se pinta solo, es decir, de amarillo. Hoy, ese municipio gobernado por el PRD, pretende nuevamente seguir gobernando mediante una continuación hermnanística -el candidato del PRD es hermano del actual alcalde-, lo cual trae a las mientes una de las más execrables muestras del más puro estilo priísta de gobernar: En Coahuila, Humberto Moreira le dejó el changarro de la gubernatura a su hermano, y lo mismo se pretende en ese desolado municipio perdido entre las piedras de su tumultuaria soledad colonial. La foto que he subido en este blog generó en el facebook una cascada de comentarios de personas que señalaban su inaguantable asco por lo que deja traslucir esa imagen grotesca. Sin duda, es grotesca. Lo grotesco es lo ridículo, lo extravagante, lo irregular y grosero, el mal gusto de los bárbaros, el ritual de un cacique a la hora de repartir el botín entre sus súbditos hambrientos. La foto sin duda me trajo recuerdos de lecturas de etnografías de los salvajes y del mundo primitivo. Es una imagen garciamarqueña que desborda toda literatura afiebrada, que devasta toda cordura civilizatoria. La foto grotesca, donde aparece el alcalde de ese pueblo micrófono en mano dando un discurso a sus carnívoros escuchas frente a varias bolsas de carne expuestas a la intemperie, a las moscas, a las esporas de las cacas de los perros y cerdos, al calor calcinante de esos andurriales, aparece en la página del facebook de dicho ayuntamiento perredista del sur de Yucatán: mercancías carnívoras lista para repartir entre la población que "se muere de hambre" y de clientelismo político en ese neocacicazgo premoderno... Comentando la foto, señalé que más que hacerles un favor a la histórica pobreza cuasicolonial de ese pueblo, la en aparente buena acción resulta contraproducente...Hago memoria, y por más que le busque y busque, puedo decir que hasta ni en los peores momentos, ni en los más afiebrados periodos de populismo siniestro que practicó el PRI en sus 71 años de dictadura de partido único, se vio cosas como esta de entregar carne cruda para incidir en el voto o perpetuarse en el poder...A lo mucho, el PRI repartía y reparte juguitos, tortas, bicicletas chinas, guajolotes vivos, dinero a raudales, ¡pero nunca de los nunca, carne cruda! En ves de llevar a cabo esas acciones de populismo trasnochado, deberían fomentarse fuentes de empleo, dar capacitación productiva, unidades agrícolas, etc...Con acciones como esta, se ratifica que el PRD yucateco es peor que el PRI yucateco, ya que, como dijera el poeta Oscar Sauri Bazan, es un partido que crea inútiles, y no ciudadanos independientes...Inútiles con hambre, para acabarla de amolar.. El candidato perredista del lugar, amigo mío (pero no por ser mi amigo, dejaré de manifestarle mis discrepancias, mis desacuerdos, mis opiniones discordantes), al ver la foto que subí al muro de mi face, contestó:
"Se te olvida que Pueblo Manda Gobierno Obedece? Dale a cesar lo que es de cesar! Y como le llamas cuando el Gobierna destina millones de pesos a los banqueros? Pero cuando se le da a los pobres eso ES POPULISMO... De antemano todos prefieren carne, haz la encuesta!"
"El pueblo -le contesté, citando con desgana a Lenin-, es imbécil, y más si el pueblo tiene secular y cuasicolonial hambre...Comprendo la acción que han hecho de entregar carne a esa gente que, como dices, comen ese alimento cada vez que muere un judío...Lo comprendo, pero no lo comparto por obvias razones que ya expliqué tanto en persona como vía facebook y por otros medios...Estoy convencido que en vez de crear y llevar a cabo acciones como esta, si se efectuaran trabajos de capacitación comunitaria, si se dieran créditos para pequeños productores, etc, si se dieran más impulso a sus parcelas, la cosa sería diferente....Además de que es altamente denigrante, estoy seguro que una acción de larga duración que no se delimite a una simple digestión cárnica, sería de más provecho y digno de encomio...Pero en fin, si el "pueblo manda y el gobierno obedece", pregunto, ¿y si el pueblo desea un revólver para matarse, el gobierno, obedecería? No, no...Como se ha dicho, con esa forma de hacer gobierno, se estaría cayendo en una anarquía sin pies ni cabeza, casi como sacar con su gusto al chiquito de la casa....Pero en fin, mis apreciaciones son comentarios libérrimos dichos desde afuera por un ciudadano independiente no ligado a ningún miasma partidista" ¿Y en donde queda el solar, la parcela y la práctica de la caza o la milpa? Es falso de toda falsedad que un pueblo se muera de hambre, y con esa idea, de que no conocen "carne" o lo comen cada vez que muere un Obispo, se demuestra que se puede desconocer la realidad aun viviendo en ella... Si en vez de "carne cruda" hubieran repartido, digamos, habas o espinacas, la cosa no sería tan cruda, tan bárbara, tan neolítica y buitrezca-grotesca....Me pregunto, ¿No conocen las propiedades nutritivas de los vegetales y tubérculos, o hicieron ayuno prolongado por la Cuaresma, y cuando esta acabo, ahora sí, atásquesen hasta que les de el mal de gota...? Con un tono que pretendía la ironía, escrbí que la oposición al PRD de ese municipio, su siguiente slogan de batalla tal vez podría ser el siguiente: ¡CARNE NO, HABAS SÍ!, ¡CARNE NO, CHAYA SÍ! Pero nada resulta irónico cuando se comprueba que, con lo grotesco que significa una fotografía como esta, demuestra el enorme abismo de pobreza, desigualdad y hambre histórica del pueblo maya, agachado por un lado; y por el otro, la enorme, gigantesca y GROTESCA IMBECILIDAD del PRD pueblerino yucateco.

sábado, 7 de abril de 2012

Francisco May, o el blanqueamiento de un sátrapa rebelde

El general Francisco May Pech fue, en efecto, un vendido: se vendió a Carranza, se vendió a los mexicanos, bajó la cerviz cuando tuvo que bajarla, fue el primer capitalista autóctono de esas tierras del centro de Quintana Roo, antes rebeldes pero hoy solamente adocenadas a los intereses turísticos de la oligarquía cozumeleña y chetumaleña. Podríamos reducir nuestro argumento contra May, diciendo que fue el Mario Villanueva maya de los primeros años del siglo XX quintanarroense, antes de que el gobernador Siurob dijera que no estaría dispuesto a compartir el poder central del territorio de Quintana Roo con ningún indio, y más cuando este indio se había vuelto en un “tirano de su propio pueblo”. Sobre este último tópico, Ueli Hostettler recogió una molestia del gobernador José Siurob del año de 1929, acerca de May: “Por lo demás –se quejaba Siurob-, en la región donde domina May, él pretende ser la única autoridad auxiliado por dos o tres secretarios mal intencionados o perversos, y cómo ha visto [May] que el Centro de la [nación le] le hace caso, cree que no necesita ya respetar al Gobierno Local, quejándose apenas cree que se trata de restarle en lo más mínimo en su poder… Por otra parte es un fantasma la fuerza de este cacique, pues los propios indígenas están ya cansados de su opresión…”. Fue precisamente en el periodo de máxima explotación del chicle, bajo la égida capitalista de May, cuando se dio la escisión de los hermanos separados de X-Cacal Guardia en el verano candente de 1929. Hostettler aporta un dato interesante, estableciendo que el repliegue del grupo de Cituk hacia X-Cacal, tal vez no haya tenido interés en aislarse, sino en el unir a todos los cruzob bajo un solo mando para retomar el control de Santa Cruz:
“A pesar de que el estado mexicano logró finalmente una presencia permanente en la región de Santa Cruz, la situación política y económica también dio lugar a un nuevo conflicto, el que causó la separación del grupo de X-Cacal bajo el mando del Teniente Concepción Cituk durante el verano de 1929 (Hostettler 1996:47-95). En este momento, la población maya de la región enfrentaba dos contradicciones principales. Por una parte, estaban compitiendo con chicleros no mayas por terrenos y bosques en donde explotar el chicle. Por otra parte, los diferentes líderes mayas rivalizaban entre sí por los beneficios del negocio del chicle. Esta situación favoreció al clima de faccionalismo entre los grupos, lo cual nos puede dar una explicación parcial de la separación del grupo de X-Cacal, o los .hermanos separados, que, según Villa Rojas (1987: 128), era como se autodenominaban. Pero también hay indicaciones de que el objetivo de Cituk y sus seguidores no fue tanto separarse de los demás, sino un intento de reunir a todos los grupos bajo un solo mando y de reinstalarse firmemente en Santa Cruz (Hostettler 1996:76-83). Solamente cuando vieron su intento frustrado optaron por la separación (Hostettler, 2004: 175).”
May, sin duda, fue un explotador y un “tirano de su pueblo”, y el teniente Cituk, una persona con una calidad humana superior a la del tirano étnico May, supo desde el primer momento, que con éste último sólo habría continuación de la indirect rule, continuación del coloniaje yucateco, mexicano, turco y gringo…Una cosa que me llamó la atención del general May, fue el hecho de que, aunque no el primero (Crescencio Poot ya lo había hecho con una mujer blanca que se robó de Tunkás en la segunda mitad del siglo XIX), fue el más representativo, el caudillo más emblemático a la hora de llevar a cabo el proceso de "blanqueamiento". May quiso, deseó y puso en práctica el proceso de blanquear, no a él, sino a su posible descendencia. En una palabra, que dejaran de ser indios; ¡vaya!, May vendría a ser, el primer indigenista radical pugnando por la desaparición del indio. En un viaje que hiciera a México para recibir, entre otras canonjías forestales, su grado de general constitucionalista de manos del mismo rascabuche Carranza, May regresó de la gran Tenochtitlán trayendo la novedad de que se había conseguido una prostituta dzulita como esposa...Los macehualobs, al ver este terrible sacrilegio étnico, le dijeron que no, que la devuelva, y May no tuvo de otra que devolver al amor blanco de su vida. El siempre ameno Nelson Reed, en su clásico libro “La guerra de castas de Yucatán” (Era, 1971), da cuenta del hecho curioso de blanqueamiento del sátrapa tropical. Reed dice que después de que Salvador Alvarado diera el visto bueno para que los rebeldes regresaran a su antiguo bastión tropical en 1915, Santa Cruz de Bravo fue otra vez Chan Santa Cruz. Pero idos los blancos, los hijos de la Cruz Parlante –una Cruz silenciada por los pecados de cobardía de sus hijos al permitir que los blancos invadieran su recinto sagrado, no protegiéndola como debe de ser, ¡hasta la muerte!-, decidieron no volver al santuario profanado porque los “malos vientos” de los mexicanos aún rondaban por la manigua húmeda del lugar y los trillos donde pasaron las botas de los invasores. Se dedicaron mejor a quemar locomotoras, vías de tren, las líneas telegráficas plantadas por Bravo desde Peto y con las que informó el día 4 de mayo de 1901, lacónicamente, que “Hoy á las siete a.m, he ocupado esta histórica plaza, capital de los rebeldes”, dando inicio a las celebraciones tumultuarias en la capital de los dzules, Mérida, del triunfo de la “civilización” sobre la “barbarie”; el gran aljibe público que sació la sed de las tropas porfirianas y revolucionarias, fue hecho volar irremisiblemente con dinamita; los malos vientos eran el karma de su claudicación, y eso fue motivo para que optaran los cruzob por regresar a sus pueblos y no a la capital rebelde. Dios, o la Santísima Cruz, tenía cuentas pendientes que saldar con sus pobres indios, con sus “cristianos pueblerinos”, y les mandó la viruela que de inmediato arrasó con los viejos, con los caudillos más ancianos, con los niños; pueblos enteros fueron aniquilados, y de los sobrevivientes, hubo uno que sería otro azote del Dios molesto con sus hijos macehualobs. Sería el bastardo Francisco May, hijastro del general Felipe Yamá. Desde Yokdzonot, May fue la contraparte del cacicazgo dividido entre él y el ladino Juan Bautista Vega. May, como hemos dicho, fue uno de los caudillos, sino el más sanguinario como Bernardino Cen, ni el de más larga duración como Crescencio Poot, sí el más icónico a la hora de poner a trabajar el mecanismo de blanqueamiento. El chicle, esa resina que sirve para la tradición bovina de los gringos de mascar a toda hora, le dio la oportunidad a May de hacer un contrato de explotación de la resina en 1917. Entre un ladino de nombre Julio Martín, el gobernador del Territorio de ese entonces, Octaviano Solís, y May, se apalabró la cosa y este último se fue a...:
“…un viaje a la ciudad de México para que viera al presidente, como paso preliminar a la incorporación de los mayas a la vida nacional. Pancho May se puso, pues, en viaje, y fue el primer cruzob en salir voluntariamente de sus bosques. Era el presidente don Venustiano Carranza, alto, de blanca barba, el perfecto gran padre blanco, que hizo su papel y reconoció a Pancho la graduación de general, le regaló una espada y un uniforme y le impresionó con una revista de la naciente fuerza aérea mexicana. Pero el humilde indígena sacó lo que quería: autoridad sobre veinte mil hectáreas de selva libre de impuestos, más dinero y el derecho de utilizar el ferrocarril, la propiedad de los difuntos Ferrocarriles Norte de Quintana Roo…”
Pero el atractivo de la ciudad blanca lasciva, así como sus mujeres, cautivó al aguerrido sátrapa cruzob:
“Había en la capital otros atractivos. El general se encontró con una dama que superaba a todos sus sueños forestales (en una casa donde había otras damas igualmente amistosas) y no contento con una breve relación, decidió llevársela a casa. Llegó la dama hasta Vigía Chico, donde los súbditos del general le dieron una acogida nada cariñosa; y a pesar de las demandas de Pancho al gobernador para que le enviara tropas con que aplacar aquella rebeldía contra la autoridad debidamente constituida, los cruzob estaban decididos y el general tuvo que dejarla ir. La gran aventura de Pancho había acabado. Se desciñó la espada ceremonial, se quitó el uniforme de general y machete en mano, se puso a cortar las malas hierbas de su milpa” (Reed, 1971: 247).
Muchos años después, en las mismas tierras tropicales del otrora cacicazgo forestal del primer Francisco May, existió otro May –éste, mandamás de un cacicazgo, sí, pero cacicazgo universitario- que, al parecer, blanqueó su condición con una gringa. La historia, como dijo Marx, se repite: primero como tragedia y después como comedia. Mérida Yucatán, 7 de marzo de 2012.

viernes, 6 de abril de 2012

Un sol rompepiedras

Un sol rompepiedras, Un sol incesante, avazallante. El ojo de Dios que llora el verbo del tiempo. Las piedras brotan desde el fondo de los siglos, caen en la espalda del camino. Un sol que se cuela en los guijarros de la noche...Demasiado sol guarda este día impreso en el almanaque. El sol es el vómito del Dios sufriente, la calentura divina, el ocaso de todo mar perdido en la memoria. El sol de mi pueblo rompe las piedras de la tarde.

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