De culpa es su palabra, de culpa es su boca, de culpa es su mirada...El Libro de los Libros de Chilam Balam
Turismo cultural significa, en algunos casos, new age y colonialismo y neocolonialismo brutal, insufrible. Cuando el pueblo deje de servir de pieza de idolatría acrítica o pieza de museo a los turistas y otras casquivanidades de fuera, cuando dejen de venir "los malditos extranjeros" (frase de los libros de los libros extraída) a etnografiar, a tomar fotos, a historiar, a ser expertos en glifos y reclamar su derecho de pernada a considerarse "yucatecólogos", o creer que Yucatán es sólo estas "ruinas que veis" y esta grasienta gastronomía y estos libros de mitos y discursos fraguados desde la "ciudad letrada" (no más vean cómo un intelectual de Mérida habla maravillas de los "fantasmas mayas", de la Ixtabay, y vende de lo lindo sus libros del carajo). Cuando el pueblo maya deje de ser la carne de cañón de la oligarquía peninsular, y la deuda histórica se finiquite, cuando esta señora baile en una regia vaquería pidiendo aplausos y amor y no monedas solidarias...
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Digo que, cuando esto ocurra, cuando este katún jodido, entreguista, explotador e injusto deje de pugnar por el turismo como panacea de nada (Mayaland no son los pueblos alrededor de Chichén, etc.,), cuando se invierta en más infraestructura y se vea la cuestión cultural imbricada de la cuestión económica; y cuando la visión "experta" de la cultura maya deje de estar allá arrepanchingada -por no escribir chingada- en los cubículos y en los cafetuchos de los burgueses que medran y medran de una cultura que no sé si conozcan en verdad...
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Digo, cuando a la riqueza cultural se aúne la riqueza material, entonces sí, entonces sí....Mientras, ¡ni madres! Mientras eso no ocurra, está prohibido ser exquisito...
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