viernes, 26 de febrero de 2010

Dubitación del jodido


Estoy en la disyuntiva de unirme o no unirme, al Ejército Quintanarroense de Liberación Popular. De entrada, el segundo y esperadísimo comunicado de esta youtubesca guerrilla (dar click aquí) caló hondo en mi lacrimosa sensibilidad de simpatizante a morir de las causas justas, estrambóticas, raras, radicales, inguinales, sexuales, quijotescas, asistémicas, churriguerescas. No tengo reparos en decir que me identifiqué, quiero decir que me sentí aludido, referido, tachonado, señalado como uno de los miles de "jodidos" (aunque desde mi precaria "jodidez", intento ser un crítico del sistema, no obstante que el sistema, como altanera señora, no responda a mis procacez insinuaciones). Soy anticlerical hasta términos luciferinos, y los del EQLP ironizan sobre los "volteados" dentro de la "Apostólica y Babosa" con el fin de que los excomulguen (eso mismo quiero yo: ¿algún buen samaritano ensotanado tiene la gentileza de excomulgarme?). Soy hétero, e intento ser polígamo de vez en cuando, aunque acepto las diferencias sexuales de las víctimas de la hegemonía hétero. Considero que los mayas, los cruzoob, o como me gusta decirles, los "herederos de la Cruz Parlante", son los genuinos dueños de Quintana Roo, ya que ganaron la tierra oriental de la Península a punta de machetes y teas ardientes, hace luengos años olvidados, y el vocero friolento del EQLP concuerda en ello hasta el punto de hacerme moquear como una Magdalena. Turismofóbico, esta posición mía ante la industria sin chimeneas presenta motivos de sobra, por dejar la modorria y la frente gacha del ciudadano destinado a ser "caudal de votos" de políticos que no representan a nadie salvo a sus intereses de "partido" o de cámara. Por último, al igual que un digno representante del EQLP, ya estoy "hasta la madre", sí, hasta la madre de sus pinches madres de tugurio sifilítico, de las equivocadas políticas neoliberales, que se vienen practicando, en México, desde 1982 en adelante. Yo les pregunto: ¿Me sumo a los zarapeados revolucionarios en las selvas húmedas de Quintana Roo, o finjo que no me dí por enterado y sigo en el silencioso perfil de ser un revolucionado pero sin contacto que no sea desde la baranda?

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