En Pierre Menard, autor del Quijote, Borges dice que la historia "no es lo que sucedió; es lo que juzgamos que sucedió".
viernes, 9 de diciembre de 2011
He ahí el execrable chetumaleño
Comentando un enlace del muro del Facebook del poeta Oscar Sauri Bazán, escribí lo siguiente: "Pero mira quien lo escribe, quien lo dice, maestro Sauri. Es el salinista chetumaleño (con lo que me jode esa especie bellaca de peninsulares) que cobra en cada sexenio su mesada adinerada, y como perro que sabe la querencia del PRIncipe desnudo de inteligencia que pretenden imponer a punta de spots los hombres y mujeres del pasado (y Aguilar Camín es un hombre del pasado, y no por ser historiador), proyecta su cálamo asfixiante contra la "masa" de tuiteros que han dado de palos y cocez a su PRIncipe que se ha pues
to a gemir su soledad libresca arropado por los bufones de su corte. Aguilar Camín, un intelectual orgánico químicamente puro, un perro de librea de los secuestradores de México, discurre su aviesa e interesada escritura para curar las heridas de su PRIncipe, yendo en contra de los "libertarios innegociables que no se atreven a dar su nombre" (¿para qué el nombre?, ¿para que el Estado represor y sus corifeos policiacos se vayan contra ellos, como le ha sucedido a tuiteros veracruzanos y defeños?), en contra de los "Radicales anónimos" y "justicieros que lanzan el tuit y esconden su compu". Al menos, nosotros lanzamos el tuit, pero ellos, los de arriba, lanzan a sus cancerberos para defender crímenes de Estado (léase el libro de Camín que habla sobre Acteal, defendiendo al priísmo que mandó a matar a los indios), o lanzan reformas y decretos que rompen la seguridad social, jurídica, económica de los ciudadanos que solo cuentan con el tuit y la compu. A los que escriben en facebook, o tuitean y se pitorrean de su PRIncinpe desnudo, el ominoso chetumaleño les llama "paleros disfrazados de ciudadanos. Pandilleros disfrazados de indignados. Linchadores vestidos de pueblo justo", y esto tácitamente cuestiona todo intento de criterio propio, y se convierte en eco del fascismo que impera actualmente en la clase política -Calderón intimida con enjuiciar a los 23,000 firmantes que lo denuncian como criminal de guerra en la CPI, en Tabasco y Veracruz se modifica el Codigo Penal para llevar a la cárcel a facebooqueros y tuiteros incómodos-. El execrable chetumaleño, un hombre para nada demócrata, para defender a su PRIncipe, convierte la libertad de expresión en un papel mojado y repleto de todos los asegunes y dependes que dicta el poder de los irracionales secuestradores de México, y lo baja a la plataforma neoporfiriana asegurando que los faceboqueros y tuiteros no están maduros para ella, la libertad de expresión sin cortapisas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario