viernes, 27 de noviembre de 2009

Cuenta el cerdo su visión


Surgiste del abismo bifronte
la gran boca halitosa del ser
El retorno amenazaba con ínfulas de eternidad tu mirada
Una isla apocalíptica que no fue Patmos
su viento arremolinaba a tu espalda
Osada Circe
viva tras las verdades de yelo de sus pócimas
dijo
no se si dijiste
¡No es aquí Ítaca!
y Escila y Caribdis nos miraban
cambiando incesantes
el rumoreo de sus aguas
(Tú ni siquiera me gruñiste)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Chido, está buena la vieja, no la viejita, jeje. ¿Esa es la musa? Así hasta yo soy poeta con semejante hembra...saludos.

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